viernes, 31 de diciembre de 2010

capitulo 34





Julián y Félix finalmente están frente a frente. Parece que hace un siglo que no se ven pero en realidad hace unos días que el uno no sabía del otro. Por la mente de ambos pasan sus encuentros y desencuentros, besos y caricias furtivos. Esa boda frustrada. Los dos tienen que hacer un gran esfuerzo para tragarse sus lágrimas. Julián siente que le fallan las piernas, que no se aguanta en pie. Óscar está a su lado. Sosteniéndolo como lo haría con un hermano. Félix siente que se va a desmayar. Es demasiado odio y demasiado el amor que está sintiendo por el mismo hombre. Lo sostiene el odio, la venganza. Y Rafael sonríe victorioso. Muy abrazado a Félix. Con cinismo le dice a Julián:
--te presento a mi esposo, Félix de Sáenz de la Torre
Félix y Julián sienten escalofríos al mirarse. Se aman y se desean ardientemente. Rafael se ríe del sufrimiento de su hermano.
--¡ah claro... si ya lo conoces...¡
Óscar agarra del brazo a Julián para llevárselo. Éste no deja de mirar a Félix.
--hola... ¿cómo has estado?
Pese a la forma en la que lo dejó Julián no puede odiarlo y lo mira con ternura. Desea quedarse convencido que es un hombre feliz. A Félix le conmueve el dolor de él pero a la vez le convence que es un actor y aumenta su odio. Óscar lo va arrastrando a Julián.
--ven vamos...
Rafael señala a la casa y le dice a su esposo:
--Ahora tú eres el nuevo señor de la casa...
En ese momento sale Luz. Ha oído esta frase. Su mirada es de un odio atroz.
--por encima de mi cadáver... --murmura.
Félix sólo está pendiente de Julián. A éste le preocupa mucho la forma en la que Luz mira a Félix. Se promete así mismo que no permitirá que Luz lo lastime. Aunque Félix lo haya lastimado a él, desea que sea feliz. Julián no quiere irse, quiere quedarse en la casa.
--Félix me puede necesitar...
--Él tiene a su esposo --Óscar.
A Julián le duele que su amado sea ahora su cuñado pero no desea dejarlo solo. Busca cualquier excusa para no alejarse de Félix
--es el momento de hablarle de Mario...
Óscar lo mira serio.
--¡¡No, nadie debe saber de Mario... es por su seguridad...¡
--pero ¿¿qué mal le haría Félix?
Óscar no sabe porqué pero siente que Mario está en peligro y que cuanta menos gente sepa que está vivo mejor.
--Que Félix no sepa que su amigo lo vino a buscar...
Julián no dice nada. Se dedica a mirar a su amado con tristeza. Carlos es el primero en felicitar a Félix.
--¡¡no me lo puedo creer... Ahora eres el patrón
Luz se lo saca de encima a Félix. No le interesa que haga amistades. Mira a Carlos amenazante. Con esa mirada le dice tantas cosas. Le advierte que la única que manda es sólo ella misma y que ojo con hacerse amigo de Félix. Carlos se retira con susto. Segismundo ni se acerca a Félix. De lejos lo mira con odio:
--Atorrante, mosquita muerta...
Siente una gran rabia porque él se ha acostado por dinero con Rafael pero jamás llegó tan alto.
--¡¡pero que ni se le ocurra mandarme nada...¡ ¡¡no existo para él...¡
Luz no quiere mostrar su verdadera cara ante Félix. Se finge cariñosa.
--¿porqué no te encargas de las maletas? --le dice a Rafael.
Rafael alto y claro dice:
--Lleven mis maletas y las de mi esposo a mi cuarto.
Y abraza y besa a su esposo. A Félix le da asco pero es parte del acuerdo. Es necesario para lastimar a Julián. Félix siente el dolor de él y eso la aturde y además alimenta su odio. Julián mira la escena de "amor" con lágrimas en los ojos. Óscar trata de que Julián entre en el auto:
--¿porqué te lastimas?
Pero Julián no se iría tranquilo dejando a su amado Félix con Luz. La mujer no tiene espera. Está ansiosa por descubrir los planes de Félix como nuevo Sáenz de la Torre. Quiere saber si va tras su trono. Como Julián está lejos habla tranquila.
--¿qué es todo esto? No era parte del plan...
--Lo sé,... fue idea de Rafael... Así todo es mejor... Rafael se ha sacrificado para ayudarme a destruir a su hermano... luego cada uno irá por su lado.
Eso la tranquiliza, pero quiere asegurarse.
--Rafael es un santo pero no es justo para él. No quiero que lastimes a mi niño lindo.
Luz se hace la buena madre y Félix está convencido de la bondad de la mujer.
--No se preocupe... todo está claro... Mi única misión es vengarme de ese canalla y cuando lo haga hecho pues me iré para siempre sin nada, tal como vine.
Luz lo abraza. Falsamente cariñosa dice:
--eres tan bueno...
pero para sí misma dice:
--si tratas de quitarme mi lugar... te mato.
Julián la está mirando de lejos:
--no lo vas a lastimar...
Está decidido a convertirse en la sombra de Félix si es preciso con tal de protegerlo de la maldad de Luz. Félix se queda solo un momento porque Luz se va a buscar a Rafael. Ese momento es el que aprovecha Julián pero ir tras Él.
--¡¡no... no lo hagas¡ --le pide Óscar.
Julián corre hacia él. Siente que el corazón le va a estallar de la excitación. Félix iba a entrar pero se queda paralizado. Siente escalofríos, presiente a su amado. Se gira y a ambos les tiembla todo. Desean besarse, abrazarse pero los dos se contienen. Se tragan su amor.
--¿¿y tú qué quieres?¡
Julián balbucea nervioso. Está muy emocionado, también triste. Dolido. Le duele que el hombre sea tan duro con él. Julián habla con tristeza. Piensa en ese amor tan fuerte que lo unió a él, en todo lo rápido en lo que se iba a convertir en su esposo y ahora lo tiene delante convertido en su cuñado. No hay reproche pero si tristeza.
--¿porqué me hiciste esto?
Félix no le quiere contestar.
--Ya no tiene sentido esto...
A Félix le duele estar cerca de Julián. Le cuesta lastimarlo pero está decidido a hacerlo aunque sea por encima de él mismo.
--quiero que sepas que no te guardo rencor, sólo quiero que seas feliz. Acepto tu elección y te deseo suerte --Julián.
Y Julián se ve emocionado y Félix lo odia, lo odia. Lo ama. Se pone como loco y Julián no entiende nada.
--¿¿qué es lo que te pasa?
Félix es muy ofensivo. Busca lastimar y lo logra.
--¡¡ya ves... me cansé de ti... tu hermano es más hombre...¡¡
Julián siente que las cosas no son así. Se lanza sobre él. Lo quiere besar mientras le dice:
--no es lo que sentí... ¡
Félix lo bofetea.
--¡¡no quiero tenerte cerca nunca..¡ ¡¡no me interesas... no eres nadie para mi¡
Julíán siente su odio y eso le duele... Félix huye. Julián se lo queda mirando llorando. Esperando que se gira. Félix desea hacerlo pero no lo hace. Julián está derrotado. Óscar está ahí para recordarle que no debe hundirse, para recordarle que debe luchar por su hermano. Félix no sabe dónde ir. Se encierra en una de las salitas y llora . Destruir a Julián es más duro para él de lo que quería aceptar.

Rafael está en la biblioteca tomando una copa tranquilamente. Luz entra y da un portazo. Se la ve enojada. Rafael sabe que tendrá que dar muchas explicaciones pero no le importa. Le gusta sentir que el hombre que ama su hermano es suyo y su mayor deseo es que se le entregue libremente, que le dé a él lo que aún no le ha dado a su hermano. Luz bofetea a su hijastro y con rabia le dice:
--¡¡supongo que no cometiste la tontería de casarte legalmente...¡¡
Rafael sonríe con cinismo y dice:
--pues si quiero que esté atado a mi...
Luz lo bofetea de nuevo:
--¡¡eres un imbécil¡
Rafael se muestra furioso:
--¡¡no me vuelvas a pegar... Soy libre de casarme con quien yo quiera...¡
Los dos hablan muy alterados. Segismundo se da cuenta que tras esa puerta está pasando algo bien interesante y pega bien el oído

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