lunes, 27 de diciembre de 2010

CAPITULO 9:



Andrés está llorando en su celda. Tiene el rostro desencajado por el dolor y la rabia. Se abre la puerta y aparece Rafael con cara de degenerado y gesto victorioso. Andrés lo mira con los ojos llenos de odio. Rafael se acerca a Andrés, le acaricia el pelo pero Andrés le golpea la mano con rabia y le dice:
--¡no me toques¡
Con cinismo Rafael le dice:
--pues cariño, yo no sé cómo te voy a hacer el amor sin tocarte. A ti no hay quien te entienda, primero me pides que te haga el amor y ahora no quieres que te toque.
--¡te odio¡
--no dirás lo mismo cuando te haga mi macho, ya verás que rico. Has tomado la mejor decisión de tu vida, ya verás que te va a gustar mucho. Cuando estés con otro hombre notarás la diferencia, nunca nadie te hará disfrutar como yo.
Rafael le acaricia el rostro y Andrés le escupe en la cara con asco.
--¡que quede claro que esto es una violación, así que limítate a hacer lo que sea estrictamente necesario¡
Con sarcasmo dice:
--perdona bonita pero de violación nada, tú te me vas a regalar como la putita que eres.
Andrés lo mira con desprecio:
--¡eres el peor de los hombres¡
--ya verás que bonita va a ser tu primera vez, me lo vas a agradecer. Aunque ahora digas lo contrario, yo sé que lo vas a disfrutar así que o hacemos las cosas como yo quiera o no se hacen –dice con ironía.
Andrés lo mira secándose las lágrimas y dice:
--¡está bien, se hará todo lo que tú digas pero primero quiero que mi padre salga de la cárcel.
Rafael saca su celular:
--ya lo tengo todo previsto, a la que tú vengas conmigo tu padre será internado en una clínica privada pero no será un hombre libre hasta que tú hayas sido mío..
Andrés tiene que hacer un gran esfuerzo para tenerse en pie, el asco lo derrumba pero se mantiene sereno:
--antes quiero verlo.
--no hay problema pero te advierto que la denuncia no será sacada hasta que hayamos hecho el amor.
Andrés se dirige hacia la puerta y con altanería dice:
--¡pues vamos, quiero acabar con esto lo antes posible¡
--¡que arrisco, va a ser un placer domesticarte¡ --dice Rafael que está encantado por tener a al chico doblegado pero desea humillarlo más:
--ya sé que estás ansioso en ser mi amante pero quiero un adelanto, quiero un gesto de buena voluntad por tu parte. Si quieres ver a tu padre arrodíllate ante mi.
Andrés obedece desesperado. Gira la cara para no tener la bragueta de él frente al rostro pero Rafael le mueve la cabeza hasta delante mismo. Con una mano lo inmoviliza y con la otra se baja la cremallera. Andrés trata de levantarse pero Rafael lo tiene clavado al suelo con una mano y con otra se va sacando su arma secreta. Andrés lo mira con odio y asco:
--¿¡que diablos es esto?¡
--un adelanto, ya que nos vamos a entretener un rato visitando a tu papá pues quiero que me dejes satisfecho para poder esperar...
--¡ni muerto¡
Rafael lo mira divertido:
--quedamos que harías lo que yo quisiera... pues quiero eso que te estás imaginando... No soy Bill Clinton, estoy de muy buen ver pero quiero lo mismo que él...
El asco de Andrés aumenta el deseo de él. Andrés cierra los ojos y agarra aquello con asco.
--¡con los ojos abiertos y con ganas, sino me voy y tu padre se muere en la cárcel¡ --exige él.
Andrés obedece entre lágrimas, el placer de Rafael es inmenso, le da más placer la humillación del joven que no lo que le está haciendo. Rafael le aprieta la cabeza contra él. Disfruta viendo que se ahoga. Se viene en su boca y se la cierra obligándole a tragar toda la leche. Disfrutoa viendo el asco de Andrés pero que hace lo que le dice.


Félix y Mario están muy felices eligiendo la ropa que el primera se pondrá esa noche.
--no me puedo creer que esta noche vaya a ser tu primera vez. Qué bueno que te decidiste. Ya era hora que te estrenaras.
--¡estoy tan nervioso, pero yo no te he dicho que lo vaya a hacer¡
--si quieres me puedes engañar a mi pero no le puedes engañar a tu corazón . Tú amas a Asdrúbal y no tiene nada de malo que quieras hacer el amor con él. Asdrúbal ya es un hombre y uno no puede salir con un hombre hecho y derecho y pretender que se comporte como un niño.
--¡estoy tan asustado¡¿y si me equivoco?¿y si meto la pata?
Mario le toma la mano a Félix y se la pone en el pecho de éste mientras le dice:
--tú hazle caso a tu corazón que este nunca se equivoca. Vive, ama. No pongas barreras ni a Asdrúbal ni a tu corazón. Cena, disfruta y si Asdrúbal quiere algo más –pícaro—que va a querer y a ti te apetece pues no lo dudes, no te cohíbas por nada. Tú sólo piensa que tienes mucho que ganar y nada que perder.
Félix va eligiendo su ropa con la ayuda de Mario. Félix está feliz, se estremece pensando en su amado, en lo bien que se siente con él y en lo que puede pasar esa noche.


Rafael se sube la cremallera feliz. Andrés llora aún arrodillado ante él y con arcadas. A Rafael le brillan los ojos ya que se ha dado el gusto de humillar a Andrés.
--ahora no disimules que yo sé que te ha gustado más que a mi –dice divertido.
Andrés lo mira lloroso. Rafael sigue lastimándolo.
--bueno, ya has probado a lo que sabe a un hombre ¿no me negarás que te encantó? –dice divertido.
Andrés lo mira con ganas de asesinarlo y Rafael se ríe.
--si sigues tan tenso no vas a disfrutar y luego a mi no me eches la culpa que yo hago muy bien el amor. Si no pregúntaselo a cualquiera de los empleados de mi casa. Todos me han probado y todos han tenido ganas de más.
Andrés se seca las lágrimas, lo mira con rabia y le dice:
--¡no estoy para tonterías, yo ya le he dado lo que quería, ahora vamos a ver a mi padre y después no te quiero volver a ver en mi vida¡
Divertido Rafael le dice:
--¡no, si él que después que un hombre se me regale quien no lo quiere volver a ver soy yo¡
Andrés se acerca a la puerta. Rafael le toca las nalgas y lo abraza. Andrés se aparta de él con desprecio y lo mira con odio. Rafael es la cara del triunfo.

Julián ha llevado a Sebastián a cenar. Están en el coche conducido por el primero.
--me ha gustado mucho que hayas querido salir conmigo. Ya verás que si pones de tu parte vas a superar este momento. Ya has dado un paso de gigante.
Julián está muy contento al ver que su hermano está empezando a superar su trauma.
--aún me queda mucho camino por recorrer pero yo te juro que voy a salir adelante por ti. Te estoy muy agradecido por lo bien que me has cuidado y te quiero demostrar que no soy un ingrato.
Julián lo escucha emocionado.
--te quiero mucho, hermano. Sólo quiero que seas feliz –le dice Julián mientras lo acaricia muy fraternalmente.
--gracias por no culparme...
Julián lo interrumpe:
--Yo no tengo nada de que culparte. Tú no tuviste la culpa de la muerte de papá.
Sebastián empalidece, tartamudea:
--por favor, no quiero hablar de eso.
--está bien pero no es bueno que te lo quedes todo para ti. Deberías hablar con alguien, aunque sea un profesional...
--lo tendré en cuenta pero ahora volvamos a casa. Ya he abusado mucho de tu tiempo y tú mañana tienes que madrugar para ir a trabajar.
Los dos se sonríen.


Andrés entra en una clínica. En la cama está su padre muy enfermo. El hombre no entiende nada de lo que ha pasado. Y mucho menos porque su hijo no había ido a verlo antes. Esta muy angustiado por el infierno que ha vivido en la cárcel. Andrés le toma de la mano conmocionado.
--todo va a estar bien papá, yo ahora tengo que salir pero al rato vuelvo y no nos vamos a separar más.
--no te vayas, hijo –suplica el hombre asustado.
--tengo que hacerlo –dice llorando.
--es que me da la impresión que si te vas no te voy a volver a ver.
El hombre habla con voz de ultratumba y Andrés se angustia mucho pero trata de calmarlo.
--ahora me tengo que ir pero vuelvo al rato.
--hijo, no me quiero morir sin ver a tu hermano, a Félix.
Andrés siente rencor:
--Él no ha hecho nada por ti, no se preocupa de nosotros. No lo necesitamos, yo voy a sacar la cara por ti.
--pero yo lo abandoné, lo quiero ver –susurra.
Andrés le da a su padre un beso en la frente y se va llorando. Rafael lo espera en el auto:
--bueno, preparado para la noche más feliz de tu vida?
Andrés es puro hielo, lo mira con odio y desprecio y dice.
--te pediría que fueras rápido quiero regresar ya, mi papá está muy mal.
Con ironía Rafael le dice:
--¡que ansioso, si que tienes ganas de hacer el amor conmigo , ya verás que bien te lo pasas y como se te quitan todos los males¡
Andrés está deshecho.

Félix sale de su casa, entra en el auto enamorado. Asdrúbal sonríe, se besan.
--estás tan guapo.., esta va a ser la noche más feliz de nuestra vida.

Rafael lleva a Andrés a un departamento. Lo besa, lo desnuda. Andrés llora de rabia.

Asdrúbal entra a un pequeño apartamento con Félix. Lo besa, lo quiere desnudar y Félix lo intenta frenar.
--no, aún es pronto. Primero la cena.
--la cena eres tú –jadea Asdrúbal
Asdrúbal lo va arrastrando hacia la cama y Félix se deja seducir.

Jadeando como una bestia Rafael se clava en Andrés que se retuerce de dolor, vergüenza y rabia. Llora de desesperación.

Asdrúbal jadea como un animal en celo y entra en Félix que grita en una mezcla de dolor y placer infinito. Llora de felicidad.


Mientras un encapuchado entra en la habitación en el que duerme el padre de los dos muchachos y le pone una almohada en la cara, lo asfixia hasta morir.



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