Capitulo 6:

Andrés no da crédito a lo que oye.
--¿¡usted no me puede estar hablando en serio?¡ ¡esto es inmoral, poco ético¡ ¿usted quiere saber lo que él sinvergüenza de su hijastro quiere hacer conmigo?¡
Luz lo mira con desprecio y dice:
--¡en todo caso no será nada que no hayas hecho antes, cachifo igualado¡
--¡oiga que yo no soy ningún maricón como su hijastro¡
Luz le da un bofetón:
--¡A mi hijastro tú no lo insultas¡ ¡¡te has equivocado con él¡ ¡¡el único gay aquí eres tú¡
Andrés siente mucha rabia y si no fuera por la gran necesidad de dinero que tiene se iría corriendo y no volvería. La vida de su padre depende de las medicinas que le tiene que comprar. Eso es lo que le hace defender su trabajo.
--¡ a mi ningún hombre me ha puesto sus sucias manos encima y su hijastro no será el primero¡
--¡bueno y que carrizo me importan a mi tus problemas¡¡ ¡y últimadamente, si no te gusta lo que te ofrece mi hijastro pues te vas a otra parte, lo que sobran en esta ciudad son niños que quieran trabajar en mi casa¡ ¡yo no tengo la culpa que te falten ganas de trabajar¡
--¡a mi lo que me sobran son ganas de trabajar, a mi no me asusta el trabajo pero sí tener que soportar a hombre tan cerdo como su hijastro¡
Andrés habla con altivez, Luz le agarra del brazo y le dice:
--¡mira, descarado, en mi casa tú no vas a insultarnos. Tú sólo eres un muerto de hambre y tendrías que estar contento de que un hombre como mi hijastro se haya fijado en ti aunque sea sólo para burlarse de ti¡
--Mire doña Luz...
Luz levanta las manos amenazante y la interrumpe diciendo:
--¡ya, niño me tienes harta. Yo soy una señora, una dama de alta alcurnia, la dueña de todo lo que ves y no estoy como para cotorrear con la servidumbre, así que ya sabes lo que hay, si te gusta lo tomas y sino lo dejas...¡
Con orgullo Andrés le dice:
--¡pues lo dejo y tanto que lo dejo¡
Andrés se va hacia el coche molesto. Luz se queda furiosa:
--¡escuincle baboso, ¿¡pero que se ha creído que es?¡ ¡espero que Rafael le dé una lección que nunca olvide... por favor... se cree un santo... el muy pervertido.
--claro que lo haré –dice Rafael que lo escuchaba todo escondido un poco más allá.

Al llegar a su auto, Andrés se da cuenta que le han pinchado las cuatro ruedas. En eso que aparece Rafael con un lujoso deportivo y le dice en plan galán de telenovela:
--venga que te llevo a tu casa, eso sí en el camino nos pasamos por mi cama que nos tenemos que divertir un rato, verás como el día de hoy no se te olvida en la vida...
Andrés lo mira con rabia:
--¡ha sido usted, desgraciado¡¡usted me ha pinchado las ruedas de mi auto¡
Rafael lo mira con ironía y dice:
--bueno, pequeño, si en la cama eres tan agresivo me vas a exprimir...
--¡eso usted nunca lo sabrá, asqueroso¡ ¡nunca me llevará a su cama¡
--bueno si lo prefieres lo hacemos en el auto, lo importante es que vas a probar algo único... no encontrarás a nadie como yo... soy único cogiendo... yo sé que te mueres de ganas de estar conmigo –dice muy seductor.
Abre la puerta del auto y lo invita a subir muy seductor. Andrés cierra la puerta de una patada mientras dice con rabia:
--¡ya le dije que nunca seré suyo, antes muerto¡
Andrés se va corriendo y Rafael sale del auto y lo persigue enloquecido. Acostarse con Él es ya cuestión de vida o muerte para Rafael.
--¡déjeme en paz, no me interesa¡¡¿es que no me entiendes?¡
--¡el que no entiendes eres tú... a mi me da igual si te interesa o no... vas a ser mío porque lo digo yo –dice sediento-- A mi me da igual lo que quieras o sientas, yo te quiero tomar y tú eres un muerto de hambre, no te puedes dar el lujo de rechazarme... tú no eres nada¡ ¡si eres complaciente conmigo no te va a faltar trabajo¡
--¡que no, chico, ¿que eres sordo?¡
Cada no del joven aumenta la obsesión de Rafael por Andrés.
--¿aún no te ha quedado claro que tu culito virgen yo lo voy a romper? --pregunta Rafael con cara de pervertido.
Andrés no deja de correr, pero Rafael se pone ante Andrés cuando están entre los árboles y le barra el paso.
--¡dejeme pasar¡
--¡no, yo quiero tu culito virgen, eso va a ser para mi¡
--¡un cuerno¡
Rafael lo agarra del brazo con violencia:
--¡estoy dispuesto a pagarte todo el dinero que me pidas¡
--¡está loco, yo no soy un puto¡¡
--siempre hay una primera vez para todo... --dice con ironía.
--¡conmigo no cuente¡
Rafael lo mira como una bestia en celo, se abalanza sobre Andrés y le dice atrapando su cuerpo al de Andrés:
--¡ahora vas a ser mío y te vas a quedar sin dinero y sin trabajo para que aprendas que a un Saénz no se le dice que no¡
Rafael lo tira al suelo y le desgarra la camisa .Jadea como una bestia. Andrés grita pero están lejos de cualquier lado.


Félix comienza su jornada laboral contento. Sabe que su amado lo vendrá a buscar. LA rosa que él le regaló luce en un lugar de honor. Andrés mira la flor y se estremece pensando en el beso que se dieron. Se acaricia los labios.
--lo amo, lo amo.
Félix está empezando a sentir cosas muy fuertes y eso lo asusta. Siente que Asdrúbal podría llevarlo a cometer algo que Él siempre dijo que no haría sin pensar. Recuerda todas las veces que habló de esto con Mario y Él siempre le auguró que más tarde o más temprano llegaría a su vida un hombre que le descuadraría los esquemas. Félix suspira pensando en Asdrúbal:
--ese hombre, llegó. Ese hombre es Asdrúbal, espero poder controlarme sino...
Piensa en lo feliz que se siente a su lado y dice:
--lo que tenga que pasar pasará, es algo tan hermoso. Da miedo pero ya no se puede parar. Lo amo y me estoy volviendo loco, loco por él.


Rafael jadea como un loco mientras arranca los botones de los pantalones de a Andrés.
--¡no, no¡ --suplica.
--¡si es lo que querías, si no no te habrías quedado en esta casa... tú sabías que esto iba a pasar... Yo voy a ser el primer hombre en tu vida y tú verás cómo quieres que sea tu primera vez... me gusta que seas una leona... es más divertido¡ --jadea Rafael.
Sus gritos, sus forcejeo, su desesperación lo excitan aún más. Rafael le baja los pantalones, le arranca el slip y se lanza sobre sus desnudos genitales y entonces, cuando Rafael se ha perdido en el placer, es el momento en el que Andrés logra agarrar una piedra, golpea a su agresor en la cabeza y se va corriendo semidesnudo dejándolo mal herido.

Félix se sorprende al recibir la visita de Mario.
--¿y que?¿hay algo nuevo?
--¡ay Mario, si no hace nada que nos hemos visto¡
--¡si pero es que todo esto va tan rápido que no me quiero perder nada... a lo mejor hasta te propuso casamiento¡
--¡no te burles¡
--es que me cuesta creer que tengas ya un hombre... yo que te veía virgen para toda la vida.
--tengo miedo...
--No, amigo... esto es lo más hermoso de la vida... No tienes nada que temer. No te pierdas la oportunidad de vivir lo mejor de tu vida... Sí estás seguro que te gustan los hombres no dudes.
Félix lo escucha emocionado.

Rafael llega a la mansión con una herida en la cabeza que se cubre con su jersey. Luz se acerca a él.
--¿¡que te pasó, te asaltaron?¡
--¡no, fue el estúpido ese... la marica de la planchadora¡
--¡uy, ese niño se me ha atravesado, no lo soporto... se cree el muy muy¡¡ ¿¿cómo te dejaste atacar?¡¡ ¡No quiero que se crea mejor que nosotros quiero que lo soluciones ya¡ ¡es un muerto de hambre y yo quiero verlo arrastrarlo, te ordeno que hagas lo que sea que quieras hacer con él y él se niega, lo quiero humillado¡
Lleno de rabia Rafael dice:
--Sabes que no soy gay pero lo quise violar para lastimarlo, hacerlo sentir una basura, quería que tuviera lo que quería pero sin que obtuviera placer.
Luz siente desprecio por todos los hijos de su marido:
--¡es que le salieron tres mujercitas¡ –dice para sí-- ¡¡no me extraña que se matara¡ ¡y Rafael es el más fácil imbécil, se cree que me tiene engañada y voy a acabar con todos incluyendo él¡
--¡¡nunca un hombre se me había escurrido tanto me hizo esto –se señala la herida-- cuando lo quise obligar a que fuera mía¡
--¡desgraciada la tal Andreíta¡¡y tú eres un necio... los hombres no servís para nada, una violación es demasiado poco. Lo tienes que humillar, tienes que conseguir que Él se vea obligado a acostarse contigo pero voluntariamente y luego lo humillas como se merece una loquita como él.
--¿¿¡y cómo consigue eso?¡
--No sé pero alguna manera encontraremos, tú déjamelo a mi que los hombres sois bien patosos.
Los dos se miran con complicidad. Rafael no quiere aceptar que es gay pero poco le importa lo que opine Luz si le ayuda a obtener ese cuerpo que le ha enloquecido.

Del otro lado del Océano, Julián lleva la cena a su hermano que está en la cama. Sebastián se gira.
--¡no, oyeme, conmigo no vas a ser un malcriado, te lo vas a comer todo sino me vas a hacer enojar¡
Julián le pone la bandeja encima y se sienta a su lado.
--te lo vas a comer todo, hazlo por mi ¿es que te gusta verme sufrir?¿es que me quieres castigar?
Julián agarra la cuchara, la mete en el plato y luego se la acerca a la boca de su hermano.
--si te empeñas en comportarte como niño chiquito yo te trataré como tal.
Su voz suena regañona pero lo mira con cariño. Sebastián agarra la cuchara y empieza a comer. Julián lo mira con ternura. Sebastián come pero se muestra indiferente.
--¿y no piensas hablarme?, a mi me gustaría hablar contigo de tantas cosas yo...
Sebastián suelta la cuchara con violencia y le gira la cara.
--No por favor, come Sebastián.
Sebastián no se mueve. Julián lo mira triste y le dice:
--si me voy comerás?
Sebastián no contesta. Julián sale de la habitación triste, Sebastián come. Julián lo mira desde la puerta lloroso. Va a la sala y triste dice a una imagen de la virgen de Guadalupe:
--ayúdame virgencita, ayúdame a que pueda recuperar a mi hermano, no lo conviertas en un muerto en vida. Te doy todo lo que quieras, te doy mi vida si me la pides pero salva a mi hermano, que sea feliz...
Julián llora desesperado.