PARA UN TRIO

PARA UN TRIO

viernes, 31 de diciembre de 2010

Capitulo 42 (y ultimo)






En la puerta de el ayuntamiento, la tensión se puede cortar con un cuchillo. Nadie se atreve a decir nada. Luz sigue amenazando a Sebastián con matarlo, éste la provoca para que le dispare y Julián con miedo le pide a su hermano que se calme.
--¡si no me matas tú yo voy a acabar contigo¡ --Sebastián.
--¡¡claro que te voy a matar, le voy a hacer un favor a la humanidad¡¡ --Luz.
Óscar trata de proteger a los dos hermanos:
--¡¡lo que has hecho no tiene nombre...¡ ¡Tú sabías que Rafael era culpable, que fue él quien se burló del hermano de Félix y tú engañaste a Félix para que creyera que era Julián¡
Óscar la mira con desprecio:
--¡estás acabada, acabarás en la cárcel por tus crímenes¡ --Óscar.
--¿qué es todo esto? –pregunta Julián con horror.
Luz va a puntundo a todos con un arma mientras dice:
--¡eres un imbécil, sólo Rafael no es tan mediocre... y el estúpido ese del que te enamoraste es más estúpido que tú... Te ama –dice burlona—pero yo lo pude engañar, yo le hice creer que tú eras el hombre al que vino a buscar, el que abusó de a su hermano... y me creyó...
Luz ríe como una loca. Sebastián trata de consolar a su hermano. Es lo confirmación del porque el extraño comportamiento de su amado. Empieza a reaccionar y siente mucho bronca.
--¡estás acabada Luz¡ --Óscar.
Luz no deja de apuntarlos a todos.
--¡claro que no... nadie se va a quedar con lo que es mío... antes los mato a todos¡
Julián se lanza sobre Luz y logra sacarle el arma.
--¡te voy a matar, te voy a matar¡ --Julián.
Luz se ríe:
--¡así moriré feliz ya que tú te pudrirás en una cárcel¡
Óscar le pide que tire el arma. Sebastián también:
--¡no arruines tu vida por culpa de esta puta¡ --Sebastián.
Lloroso Julián dice:
--¡esta mujer arruinó mi felicidad. Ella envenenó el alma del hombre que amo ¿ te das cuenta?¡¡
Sebastián con desesperación:
--¡pero aún puedes ser feliz con Félix¡
Luz se ríe.
--¡los dos son un par de imbéciles... el rarito, el atormentado de Sebastián dando consejos a su hermano al que han dejado plantado dos veces en el altar¡
--¡calla, todo es culpa tuya¡ --Julián.
Luz mira a Sebastián y le dice riendo:
--¡nunca serás feliz porque tu padre se mató por tu culpa... Yo le dije lo que hacías y también le dije que lo hacías porque ofrecías dinero... yo envenené el alma de tu padre de la misma manera que lo hice con Félix pero con tu padre me salió muy bien y el asqueroso se mató y yo me quedé con todo...¡
Ver el dolor de su hermano hace que Julián reaccione. Mira a la mujer con desprecio. No merece la pena ir a la cárcel por ella. Deja el arma en el piso para que sea la policía quien se ocupe de ella. Se dispone a abrazar a Sebastián que está llorando pero Sebastián es más rápido que todos. Se lanza hacia el arma y ante el horror de Óscar y Julián dispara a Luz:
--¡ésta por mi padre¡
y otra vez:
--¡y ésta por mi¡
Luz cae muerta a los pies de los hermanos, de su esposo. Sebastián tira el arma. Se ha hecho justicia. Julián abraza a su hermano horrorizado y triste por el destino que le espera. El lugar cada vez se va llenando de más policías. Se llevan a Sebastián como si fuera un criminal. Julián llora:
--¡¡ino se lo pueden llevar...¡ ¡¡él no es un criminal...¡¡
Se llevan a un asustado Sebastián. Óscar trata de animarlo:
--¡¡no te vamos a dejar... Te vamos a ayudar¡
Sebastián mira a su hermano con lágrimas en los ojos. Mario en su silla de ruedas y Mohamed no saben qué hacer. A Mario le preocupa Félix. Julián está abrumado. Le suplica a Óscar que se ocupe de buscar a Félix porque él tiene que ir con su hermano.

Rafael está dispuesto a matar a Félix pese a que la policía lo ha rodeado. Siente un mareo y desvanece. Félix sale corriendo, la policía se ocupa de Rafael.




Días después...
Julián está visitando a su hermano en la clínica, atendido por el doctor Cuesta.
--todo va a salir bien... No irás a la cárcel...
--¡no, no quiero ir a un manicomio, no estoy loco...¡¡esa mujer nos arruinó la vida a los dos¡
Julián acaricia a su hermano y dice:
--debiste dejar que yo la matará...
--Tú tienes toda una vida por delante... puedes ser feliz con Félix...
--Yo no podré ser feliz contigo encerrado... Además, Félix me odia. No quiere verme. –muy triste.
--eso no es cierto, estoy seguro que te ama, todo fue un engaño de Luz... habla con él.
--no, no puedo. Félix se ha encerrado en un cuarto que rentó y no quiere abrirme.
Con serenidad, Sebastián mira a su hermano y le dice:
--busca a Félix, sino mi sacrificio será en vano.
--saldrás de aquí... Óscar ha puesto todo el dinero en tu defensa.
Sebastián suspira pensando en Óscar.
--esta mañana estuvo a verme, el pobre se siente culpable, como si él tuviera la culpa de lo que pasó. Que no deje la casa, que trabaje en el vivero.
--claro que sí. Luz era la dueña de todo y ahora todo es de su marido, Óscar nos lo quería devolver todo pero no, todo es suyo. Todo será como debe ser. Todos viviremos en la casa como una familia.
--me alegro por él. Espero que pueda ser feliz.
--¿y tú? Josua llamó. Se siente fatal por haberte dejado en la boda, siente culpa el pobre. Te quiere ver.
--mejor que no, no tiene caso. Yo desde aquí no puedo luchar por mi felicidad pero tú si, no la dejes escapar. No. Busca a Félix y sé feliz. Sé feliz...
Los dos hermanos se despiden con cariño. El doctor Cuesta se acerca a Julián. Rafael también está ingresado en esa misma clínica.
--¡No quiero verlo¡
--Está agonizando.
El Sida, esa enfermedad que Rafael siempre quiso negar finalmente lo ha dominado, está acabando con él. Pese a todo, Julián siente compasión de su hermano.


Óscar está en la mansión de los Saenz con María. Ya se ha retirado todo lo que recuerda a Luz. Julio es un chofer tranquilo. Su esposa trabaja como empleada y sus hijos andan libremente por la casa.
--No me gusta esta casa pero Julián quiere que la familia viva aquí y si tú estás conmigo... No me importa...
María está feliz estar con Óscar que ha sido su apoyo en los últimos días.
--¿cómo le va a Mario?
--ya casi recuperado del todo. Aunque triste, no quiere verme. Me ha dejado y yo me cansé de irle detrás.
Él la mira con intensidad y ella suspira.
---No me agradece que lo haya apoyado, no soporta que el dinero de esta familia lo haya salvado pero yo sí te lo agradezco. Yo no sé cómo pagarte todo lo que has hecho por nosotros...
Los dos se miran con deseo, con ganas de besarse. Él sonríe y dice:
--te podrías casar conmigo...
--¿cómo?
Él la mira muy seductor:
--que te amo, que quiero que seas mi esposa.
Ella lo mira sorprendida:
--apenas me conoces. Eres un hombre muy rico y yo estoy saliendo de una relación difícil.
Óscar la mira entusiasmado:
--Yo te amo y sé que con mi amor olvidarás todo tu pasado y que me amarás como yo te amo a ti.
María lo acaricia con dulzura y dice:
--eres el mejor regalo que la vida me podía haber dado... Estar contigo ha sido lo único bueno que me ha pasado en los últimos meses.
--¿y eso quiere decir qué…? –pregunta con dulzura.
--que te amo, nada me gustaría más que casarme contigo.
Los dos se sonríen entusiasmados y se besan apasionadamente.

Julián se impresiona al ver a su hermano muriendo. Pese a todo el mal que ha hecho, Julián está a su lado. Le agarra la mano.
--Arrepiéntete de todo lo que has hecho.
Rafael suelta la mano de su hermano pese a que apenas le quedan fuerzas. Lo mira con desprecio.
--¡te odio, maldito¡ ¡¡maldito seas¡ ¡pero estoy feliz porque nunca vas a ser feliz¡ ¡¡Félix también tiene sida¡ ¡¡no podrás ser feliz con él¡
Rafael muere lleno de odio y maldad, Julián le cierra los ojos a su hermano.
--Descansa en paz, hermano. Descansa en paz.


Rafael es incinerado esa misma tarde. Julián lleva sus cenizas al cementerio, las esparce entre las plantas. Félix no sabe que Rafael ha muerto. Llora ante la tumba de su padre y de su hermano. Julián lo ve. Queda impresionado por su dolor. Le duele mucho que sufra. Se va acercando sigilosamente para no molestarlo. Félix le habla a la sepultura.
--¡me vengué del hombre equivocado, destruí su vida y la mía¡¡¡mientras yo aquí me vengaba del hombre del que me enamoré, Mario era violado por el desgraciado que destruyó vuestra vida¡
Félix se siente un monstruo:
--¡¡Ese hombre que abusó de mi hermano y de mi mejor amigo¡
No soporta la idea de haberse acostado con él. Llora pensando en Julián.
-- No puedo más, me voy, me voy con ustedes. Me voy feliz con el recuerdo, con el recuerdo del único hombre que me ha amado y aunque yo lo estropeé todo pues será un recuerdo bonito porque lo amé...
Félix saca un bote de somníferos de su bolsillo. Lo abre, ha decidido tener el mismo final de su hermano. Es demasiada la culpa que tiene y no puede con ella.
Félix no se ha dado cuenta que Julián está detrás y lo estaba escuchado con los ojos llorosos.
--de veras me amas...? –Julián
Félix esconde el bote, se derrumba. Los dos lloran.
--perdóname, perdóname... –Félix
Los dos se estremecen al estar tan cerca el uno del otro pero ninguno de los dos habla de sus sentimientos aunque los dos lo desean. Félix se arrodilla ante él:
--perdón, mi vida no vale nada. No tengo perdón pero te pido perdón por todo el daño que te hice.
Los dos lloran emocionados. Julián hace que se levante.
--es que no puedes perdonarme?
Con la voz rota Julián dice:
--lo único que no te podría perdonar es que te rindieras...
Julián palpa los bolsillos de Félix y saca el bote de pastillas. Félix no sabía Julián se había dado cuenta que se iba a tomar unos somníferos para acabar con todo
--¡¡no me hagas esto.¡ ¡¡no me dejes¡ ¡y menos así¡¡me matarías¡
--Tu hermano me debe haber contagiado el sida… ¡A Mario también¡ ¡¡no puedo vivir con eso¡
Julián le agarra de las manos:
--¡Si no niegas tu enfermedad hoy en día el sida es como tener otra enfermedad crónica, sólo tendrás que tomar muchas pastillas pero yo estoy a tu lado… estaré a tu lado¡
--¡pero viviremos siempre con el miedo de que se rompa el condón y yo pueda contagiarte¡
Julián llora, se aferra desesperadamente a Félix:
--¡no te quiero perder, que puedas tener sida para mi no es un impedimento¡ ¡¡sé usar condón, no se tiene porque romper y aunque así fuera no soportaría vivir sin tu amor.
--podrás perdonar que me acostara con tu hermano?--con amargura.
--fue mi culpa, fue mi culpa. Mi hermano está muerto… murió está mañana.
Félix siente que al fin se ha liberado, que su hermano y su padre están vengados sin que él tuviera que hacer nada.
--fui un imbécil ¿¿cómo no me di cuenta de tu amor?
--¡yo me debí dar cuenta de lo que estaba pasando¡ --Julián.
Los dos pasan un buen rato echándose las culpas mutuamente, aferrados a sus manos y con ojos llorosos.


Sebastián está internado en una clínica. Benjamín lo lleva a una habitación porque tiene una visita. Le han dicho que es su hermano pero se encuentra a Josua junto a una cama.
--¿qué es esto?
--una visita conyugal. Es tu derecho –dice Josua seductor –ventajas de tener un amigo doctor.
Sebastián quiere irse pero Josua le agarra del brazo.
--Te amo. Podemos hablar o amarnos como antes…
Sebastián trata de resistirse pero lo ama demasiado. Acaban besándose y caen desnudos en la cama. Hacen el amor como nunca, Sebastián vibra, llora. Hacía tanto que no estaba con un hombre...
No tienen mucho tiempo, se levantan totalmente desnudos. Se miran a los ojos.
--júrame que no vas a dejar que te metan en la cárcel.
--No quiero que me declaren loco.
--hazlo por mi.
Josua desnudo en cuerpo y alma, demostrándole amor.
--está bien.
Se agarran de las manos. Unen sus frentes. Saben que podrán contar siempre el uno con el otro.

Julián y Félix están frente a la cama, en el cuarto que ha rentado el segundo. Se miran con amor. Juntos, el uno frente al otro. Sus manos unidas.
--¿estás seguro? –le dice Félix.
Julián hace que sí con la cabeza. Se miran, hay mucho amor entre los dos. Ya no hay rencor, sólo felicidad. Se centran el uno en el otro. Se desnudan, se acarician, se besan. Se tratan con mucho cariño. Julián no pierde la sonrisa. Agarra el preservativo y se cubre. La fusión entre Julián y Félix es perfecta porque se aman y el dolor, el rencor ha quedado atrás.

6 meses después… Mario y Félix tienen anticuerpos del Sida. Ambos están en tratamiento, saben que van a estar bien. Asisten a reuniones con otros enfermos. A Félix le causa especial emoción conocer a la novia de su hermano Andrés, Rosa. La joven se dedica a ayudar a chicos que tienen sida, que lo han pasado mal. Ya que no pudo ayudar a Andrés ahora llena su vida ayudando a los demás y se ha propuesto ayudar a Mario y a Félix. Mario y esta chica se miran de una manera especial. Mario mirando a los ojos de la chica se olvida de este infierno. La joven siente algo especial por Mario que pasó por el mismo infierno de su novio. Se miran y se sonríen dispuestos a curar sus heridas juntos. Félix los deja solos. Al fin Mario está sonriendo de nuevo. Eso hace que Félix pueda olvidar sus remordimientos, dejar se sentirse culpable de la desgracia de su amigo.
--¡Félix¡
Julián lo han ido a buscar. Lo llama con una sonrisa. El uno corre a los brazos del otro. Se abrazan y se besan apasionadamente.
--¡¡te amo...¡
--te amo...
El pasar de los días va curado las heridas y al fin son dos personas que pueden amarse libremente. Se miran como adolescentes descubriendo el amor. No dejan de acariciarse. No pueden creer que al fin nada los separe.
--sólo hay algo que me falta para ser plenamente feliz contigo --Julián.
--el que?
--cásate conmigo.





Mario sonríe gracias al interés que demuestra en él la ex novia de Andrés, Rosa. Mario siente que después de haber sido violado por un hombre ninguna mujer se podrá interesar en él pero Rosa le demuestra deseo y eso le gusta. Mario está un poco deprimido porqué no podrá dejar embarazada a una mujer sin riesgo a contagiarla. A Rosa le gusta mucho el chico. No va a permitir que se hunda. La mejor manera que encuentra de que vuelva a vivir es llevárselo a la cama. Así le hace sentir hombre, vivo, que el pasado quedó atrás. Mario renace entre esas sábanas.

La boda de Félix y Julián se celebra en las semanas siguientes. Es una boda sencilla y en la intimidad, sin testigos conocidos pero llena de amor en la que tanto Félix como Julián se entregan el uno al otro. Salen los dos abrazados, con una sonrisa de felicidad. Están entusiasmados.

Dos años después…
En la mansión de los Sáenz de la Torre... Dos pequeños gemelitos (los hijos de Oscar y María) juegan en el jardín con una niña de raza china (la hija que han adoptado Mario y Rosa)
Bajan por las escaleras Sebastián y Josua. Tomados de la mano. Se miran con mucho cariño. Sebastián es una persona feliz. Josua está a su lado viviendo un hermoso amor. Félix está en la terraza del dormitorio que comparte con Julián. Va en bóxers. Mira el lugar. Mira la familia que tiene. Se siente feliz. A Félix no le gustaba vivir en esa casa pero sabe que es importante para Julián y estando con él el lugar no importa. Julián sale de la ducha, se acerca a la terraza totalmente desnudo. Abraza a Félix por la espalda, ambos se estremecen de felicidad. Félix gira su rostro para besar a su amado. Es un beso lleno de amor, lleno de felicidad, esperanza, ilusión y la seguridad que pasaran juntos el resto de sus vidas amándose más día a día si eso es posible. Es un sueño cumplido, el de estar juntos para siempre.

Fin.

Capitulo 41



Óscar mira a Félix sorprendido:
--tú debes estar en un error, Julián no es así... de hecho debe hacer años que no se acuesta con un hombre...
--¡¡mi hermano es el mejor hombre del mundo¡ --Sebastián.
Julián no se defiende. Simplemente se ha quedado perplejo. Lleno de odio Félix dice:
--¡no, claro que no¡¡Julián violó a mi hermano, mató a mi padre¡¡¡tu propia esposa me lo confesó¡
Julián se ha quedado en shock. Medio desvanece en brazos de su hermano. La sorpresa no le deja hablar.
--¡¡eso es una sucia mentira...¡ --Sebastián.
--¡claro¡ --Óscar.
Félix busca la ayuda de Luz que quiere huir pero Óscar la agarra del brazo:
--¡¡niega que no eres la amante de Rafael y confiesa no es cierto lo que dijiste de Julián¡
Luz sólo grita, insulta. Le da una patada a su marido en los genitales y huye pero Julio impide que se vaya. Ella grita pero Julio no permite que sus escoltas se acerquen. El resto ignora a Luz. Mario mira a su amigo y dice:
--Julián es según tú el hombre por el que tu hermano se mató?
--¡No según yo¡ ¡¡lo es¡
Julián se acerca a Félix casi sin poder hablar:
--¿qué es todo esto? --balbucea.
Félix acaba de explotar y dice:
--¡si, sí, sí... Este hombre destrozó a mi familia, José Sáenz de la Torre y ya me vengué de él¡
--¿por eso dejaste a Julián, por venganza? –Mario.
Julián escucha boquiabierto. Ahora entiende tantas cosas pero no puede creer que su amado lo haya creído capaz de algo así. Félix sigue convencido que está en lo cierto.
--¿cómo sabes que fue él? –Mario,
--Sé el nombre de ese maldito, Jose Sáenz de la Torre... --Félix.
--Los tres hermanos se llaman así –Mario.
Félix empieza a sospechar que se equivocó. Sebastián es el que la saca de duda
--¿cuándo pasó esto? Porque poco antes que ustedes se conocieron, mi hermano y yo llevábamos más de un año en Europa. Estaba conmigo ayudándome a superar una depresión ¡yo te doy mi palabra que él no es el hombre que buscas¡
Julián agarra del cuello a Rafael y lo levanta del piso diciendo:
--¡eres tú, no... tú eres de quién hablan¡
Félix se niega a aceptar que Julián sea inocente.
--¡No¡ tú tienes Sida, le contagiaste el sida a mi hermano¡
Julián ahí sí se defiende:
--¡Yo no tengo Sida¡ ¡¡eso lo podemos comprobar fácilmente¡
Félix y Mario se agarran de la mano aterrados. Si Rafael tiene sida los dos amigos pueden estar contagiados. Julián mira a su hermano con odio:
--¡tu amigo Francisco murió de sida¡ ¡¡eras su amante¡ ¡¡¿¿tienes Sida? ¡¡por eso estás tan desmejorado¡
Con cinismo Rafael dice:
--sí, Francisco murió de Sida y él era mi amante.
Luego mirando riendo a Félix:
--¡y si yo tengo sida tú también porque cuando estuviste conmigo no usamos condón¡
Julián mira a su amado muy angustiado. Quisiera abrazarlo pero no sabe si es prudente. Mario está también muy angustiado. Félix se hunde.
--¡no puede ser¡
Rafael con sarcasmo dice:
--¡¡¡sí puede ser¡ ¡¡menuda putita tu hermano¡ ¡¡cómo gocé rompiendo su lindo culito¡
Félix llora. Julián lo mira con compasión. Félix no se atreve a mirarlo a los ojos. Su marido es un monstruo y él mismo cayó en sus redes. Félix agarra del brazo a su esposo. Todos lo están mirando y él no quiere ser parte del show.
--¡tú y yo vamos a hablar en privado¡
Rafael mira a Félix con cara de depravado.
--si mi amor y a coger tan rico como tú sabes.
Félix lo mira con desprecio. Se aparta del grupo, Rafael va mirando el culito de Félix con cara de depravado. Aunque está cerca, al girar la esquina, Julián no los ve y no se queda tranquilo. Entre Óscar y Sebastián sujetan a Julián que quiere ir con ellos. Julián grita con desesperación el nombre de su amado.
--¡no lo podemos dejar solo¡
--Están aquí cerca… No va a pasar nada –dice Óscar que cojea un poco por el golpe central de su esposa..
--¡tenemos que llamar a la policía¡ --Julián.
--¿y qué vamos a contar? ¡no tenemos nada claro¡--Óscar.



Félix mira a Rafael con desprecio:
--¡¡eres una basura¡
Rafael se le ríe. Félix no puede entender cómo se ha dejado engañar de esa manera:
--¿porqué este engaño?
Rafael lo mira con burla:
--bueno tú quisiste disfrutar tanto como tu hermano... la muy guarra se me hizo de rogar pero luego cayó facilito y ni le tuve que pagar... fui su primer macho... veo que no me olvidó y que tú quisiste probarme... y tu sueño se hizo realidad ¡Sé que nunca disfrutaste tanto que mientras tenías mi verga en tu culo¡
Félix siente mucho asco, de sí mismo, de Rafael. Félix empieza a golpear el pecho a Rafael que se le ríe. Se burla de Félix, se siente un campeón por haberse burlado de los dos hermanos. El hombre se descuida, Félix se da cuenta que Rafael tiene un arma en el bolsillo. Félix agarra la pistola y lo apunta. Rafael se asusta.
--¡¡no hagas ninguna locura¡
Félix empieza a apretar el gatillo:
--¡¿¿tu mataste a mi padre?¡
Rafael levanta las manos:
--¡¡Fue Luz...¡ ¡¡Fue Luz...¡ ¡El plan fue cosa de ella... Luz me pidió que humillara a tu hermano porque era demasiado altanero...¡¡yo sólo me quería acostar con Andrés, matar a tu padre no era parte del plan¡
Félix está enloquecido del dolor. Piensa en todo lo que le ha pasado en los últimos meses. La carta de Providencia. Julián. El engaño. Él acostándose con Rafael. Es demasiado y se prepara para apretar el gatillo.



Julián está muy alterado, quiere ir a ver qué pasa con Félix pero ni Óscar ni Sebastián lo sueltan. Luz se acerca a él y se ríe.
--¿y tu novio?¿te dejó plantado?
Julián se había olvidado de Armando. Luz se ríe.
--¡Eres un idiota¡ ¡¡¿cómo crees que alguien se iba a fijar en ti¡¡Yo le pagué a Armando para que se acostara contigo pero estabas tan borracho que no pasó nada¡ ¡¡Armando te ha estado tomando el pelo¡ ¡¡yo le pagué sólo para que Félix creyera que tú tenias un amante y así Félix se acostara de una vez por todas con Rafael porque no había manera que tu Félix le diera el gusto a tu hermano¡¡
Julián se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡es que nadie dice la verdad...?¡
También sufre por Félix, por el hecho que se entregase a su hermano sólo por despecho y que por eso pueda tener sida. Está conmocionado. Se oye las sirenas de la policía. Con ellos está Segismundo que señala a Luz:
--¡Ella y su hijastro Rafael me quisieron matar¡¡ ¡¡Además ella fue quien mató al papá de Andrés y Félix¡
--¡eso no es verdad¡ --dice Luz.
Segismundo ríe y le dice a Luz:
--¡¡comienza tu reinado en la cárcel¡
La policía detiene a Luz. La mujer le da un codazo a los genitales del policía. Le agarra el arma. Luz está enloquecida. Óscar trata de calmarla:
--¡¡entrega el arma... no te hundas más¡
Luz furiosa comienza a apuntar a todo el mundo. El caos es general. Lo primero que hace es disparar al policía que tiene delante y a Segismundo. Los mata a los dos.
--¡quién hable será el siguiente¡
Óscar no tiene miedo.
--¡no empeores las cosas, estás perdida¡
Mira a Óscar.
--¡¡no eres más que un bonito florero...¿¿Quién te ha pedido que hables¡
Óscar trata de convencerla de que se entregue, que no tiene escapatoria.
--¡¡lo mismo me da que me condenen por tres asesinato que por cinco¡
Apunta a los dos hermanos. Mira a Sebastián y con desprecio dice:
--¡maldito seas... debiste acabar conmigo maricón¡¡¡ahora seré yo quien te mate¡
El pánico es general, Luz apunta a los dos hermanos. Julián trata de proteger a su hermano poniéndose delante de él pero Sebastián se enfrenta a la malvada mujer y dice:
--¡mátame, mátame¡
Julián asustado le pide que no la provoque pero Sebastián no le hace caso. Luz aprieta el gatillo. Los dos hermanos tienen miedo pero mientras que Julián si lo muestra no Sebastián.

Félix está apunto de disparar a Rafael.
--¡¿a qué esperas? ¡¡dispara¡ ¡¡así la policía te detendrá¡ --Rafael provocador.
Félix tira el arma a los pies de Rafael:
--No merece la pena estás muerto… el sida te va a matar…
Rafael agarra el arma. Ahora es él quien apunta a Félix:
--¡yo no tengo sida¡ ¡¡Eres tú el que vas a morir¡
Félix se lo queda mirando.
--¡mátame, me harás un favor¡
Félix está destruido, no cree poder seguir con su vida después de todo lo que ha pasado.

Capitulo 40




















Después de un momento de mágica felicidad en donde sólo estaban dos personas que se aman, Félix se derrumba. Llora. Se siente fatal por haberse dejado llevar por la lujuria con el hombre que supuestamente arruinó la vida de su hermano. Julián no entiende nada. Lo acaricia con dulzura. Él es feliz, no comprende las lágrimas de amargura de Félix.
--pero que te pasa... ¡¡qué¡?
Félix lo mira con reproche. Llorando sangre. Julián ahora no tiene dudas que Félix lo ama y quiere luchar por ese amor. Le pone las manos en las mejillas:
--¡¡nos amamos...¡ ¡¡eso es lo único que importa¡
Félix salta de la cama. Busca su ropa. Está lleno de vergüenza. Julián lo sigue desnudo.
--¡¡sé que es difícil, que somos cuñados, yo me iba a casar pero el amor no puede estar por debajo de nada¡
Julián está desesperado. Sabe que Félix lo ama y cree que lo único que los separa es que está casado con su hermano. Félix se le enfrenta llorando.
---¡¡ya has obtenido lo único que te interesa de los hombres¡
Félix se empieza a vestir de prisa. No permite que él se le acerque.
--¡¡No seas injusto, es la primera vez en muchos años que he estado con alguien...¡
Félix siente que lo odia tanto que ya no tiene caso decirle más:
--¡¡eres un descarado...¡
Se siente hundido por haber permitido que se burlara de él el hombre que arruinó la vida de su hermano y posible asesino de su padre.
--como he podido... cómo?¡.
Julián trata de hablar con Félix.
--¡nos amamos¡
Félix con mucho desprecio le dice:
--¡¡no eres persona... Esto que le hemos hecho a tu hermano... no tiene nombre...¡
Julián se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡Rafael no es como tú crees...¡ ¡¡él...¡
Félix cree que los papeles están invertidos. No da lugar a ninguna duda. No le deja seguir:
--¡¡no seas poco hombre para echar a los demás las culpas de tus actos...¡
Félix le da opción a que confiese, a que se arrepienta. Pero como ¿confesar lo que se ignora? Y dolido porque Julián se sigue haciendo el que no sabe dice:
--¡¡esta tarde me caso de nuevo con tu hermano¡ ¡¡lo que ha sucedido hoy no volverá a pasar...¡
Julián no da crédito a lo que oye. Está muy dolido. Muy desilusionado:
--te vas a casar...? Vas a ser capaz de casarte después de lo que vivimos...?
Ya que por unos instantes olvidó su venganza ahora vuelve a ella, hiriendo a Julián en lo que más le duele:
--Esto no significó nada para mi...
Julián siente que Félix es una estafa, que no es como él creyó, que siempre le mintió. Ahora él también lo mira con odio:
--¡¡eres una simple mariquita mala, una golfa...¡¡
Félix lo bofetea. Julián está furioso.
--¡pues nos vemos en el ayuntamiento...¡ --Julián.
Los dos se desafían. Los dos lloran. Cuando Félix se ha ido, Julián cae en el piso de rodillas aullando de dolor. Félix se siente lleno de vergüenza, siente que ha fallado a sus muertos. Está tan mal que no puede ni llorar.

Julián y Félix actúan como dos autómatas. Félix se pone su traje de novio. Carlos es el que lo ayuda.
--¡¡es usted el novio más feliz¡
Y Félix piensa en los momentos que ha vivido apenas unas horas antes con Julián y llora amargamente ante la mirada sorprendida de Carlos.




Julián es un novio triste. Muy guapo y elegante pero triste. Hace un esfuerzo por Sebastián.
--que gusto verte bien...
--gracias por conseguir que me dieran permiso..
Julián le acaricia con cariño:
--pronto estarás libre... En unos días más te darán el alta... Podrás ser feliz...
--¿y tú?¿porqué tan triste el día de tu boda?
Los ojos de Julián se llenan de lágrimas pensando en Félix. Sebastián lo acaricia con cariño:
--No te cases... Si no lo amas no te cases...
Julián ya se ha convencido que Félix no es para él:
--Armando, Armando me hará feliz...
Sebastián acaricia a su hermano con cariño.

Armando, por su lado, está atado a la cama. Se ha dejado atar por Rafael en un juego sexual que le encanta pero Rafael no se ha podido resistir en dejarlo así para ver la cara que pone su hermano en ser plantado en el altar por segunda vez. Grita de rabia, trata de soltararse. Pide ayuda.

Rafael llega al ayuntamiento del brazo de Luz. Sonríe orgulloso. Es una gran victoria para él.
--No voy a permitir que esta doble estupidez --dice ella.
--Cállate o esta noche la pasas en la cárcel...

Rafael a los pies de la escalera mira sonriendo a Julián. Sebastián lo abraza para que se calme, El chico va mirando para todos los lados. Le duele que Josua no esté con él, que no se quiera enfrentar a la familia, expresar su amor libremente. Y llega Félix. Muy elegante, guapo .Triste. Él y Julián se miran en la distancia con mucha tristeza. Por sus ojos deslizan unas lágrimas. Sus cuerpos vibran extrañándose. Rafael quiere ser él mismo quien ayude a Félix a bajar del auto. No soporta la cara de enamorado de su hermano. Así que lo mira con burla. Se ríe de él:
--Lo siento perdiste...
Félix tiene la mirada perdida. No soporta ver a Julián casándose con otro (aunque nada se sabe de Armando ni a nadie le importa). Acepta la mano de Rafael. Siente el dolor de Julián. Julián no lo puede odiar. Lo ama demasiado. En ese momento hacen su entrada Mario en una silla de ruedas empujada por Óscar y con Mohamed al lado.



Mario y Mohamed tiemblan al ver a Rafael cara a cara. Félix se acerca a Mario:
--¿¿que es esto?¿qué te pasó?
Mario está muy impresionado al ver a su amigo preparado para casarse con el hombre que lo violó. A Rafael no le hace nada de gracia ver a esos dos chicos juntos así que él es el que habla.
--¿cual de estas dos putitas es tu amante, imbécil?
Mohamed y Mario tienen miedo pero se sienten protegidos por Óscar.
--¿a quién llamas putita, imbécil? –Óscar.
Los dos hombres se miran con ganas de golpearse. Mario está muy humillado.
--¡tu dos nuevos amante pasaron por mi cama antes¡
Mohamed se le tira encima a Rafael:
--¡usted y su amigo Francisco me violaron...¡
Rafael se le ríe:
--¿¿los dos?? ¿quien te va a creer eso? Si es cierto que te me regalaste como la putita de tu amigo --señala a Mario.
Rafael mira a Óscar y dice en plan de burla:
--sabias que tu amigo --señala a Mario.. es una putita que se acuesta con cualquier desconocido?
--¡¡Mario tiene novia, no es gay¡ y aunque lo fuera eso no te da derecho a ofenderlo¡
Ver como Óscar saca la cara por él hace fuerte a Mario que dice lloroso:
--me violó...
Rafael lo niega y se ríe. Óscar lo golpea. Félix está helado. No entiende nada. El resto de los invitados murmullan. No entienden nada tampoco. Luz se enfrenta a su esposo:
--¿¿que haces con estos? ¡¡eres maricón¡ ¡¡eres maricón como estas dos¡
Pero nadie le hace caso a ella. Julián seguido de Sebastián se van acercando.
--¿qué significa esto? --pregunta un desconcertado Félix.
Mario dice llorando:
--amigo, este desgraciado me violó... ¿qué hacías tú con él?
Félix lo mira sin dar crédito a lo que oye:
--¡no, esto no puede ser¡
Óscar aplasta al hombre como a la rata que es poniéndole el pie encima (de un empujón lo ha tirado al piso) y dice:
--¡a mi no me sorprende... a pesar que no llevo mucho tiempo en la casa he oído rumores de que violó a varios muchachos del servicio o que los chantajea para que se acuesten con él¡
Félix mira a Rafael con horror:
--¿tú también? ¡eres un desgraciado al igual que tu hermano Julián¡