PARA UN TRIO

PARA UN TRIO

martes, 28 de diciembre de 2010

Capitulo 14



Julián y Sebastián se están preparando para volver.
--sé que no te apetece nada volver a esa casa pero es que yo me tengo que incorporar ya a y trabajo y no me da tiempo a buscar otro departamento para los dos. Sólo estaremos en esa casa por unos días...
--tranquilo... voy a estar bien...
--¿seguro? ..-Julián cariñoso.
--si –dice visiblemente nervioso...

Al otro lado del océano, Rafael entra en la mansión. Se le ve triste. Desmejorado. Luz lo trata con desprecio.
--¿otra vez vienes del cementerio?
A Rafael no le gusta que le toquen ese tema.
--¡es que pareces la novia¡
--¡Francisco era mi mejor amigo, tengo derecho a ir a visitar su tumba¡
--¡espero que no sea cierto eso que murió de Sida porque voy a pensar que…¡
Rafael no deja que acabe la frase.
--¡no te atrevas¡ ¡¡no te atrevas a mencionarlo¡
Luz le acaricia el rostro y burlona le dice:
--Estás muy desmejorado y he oído rumores que ya no funcionas como antes.
Rafael agarra las muñecas a su madrastra. Se las retuerce. Oscar los interrumpe:
--¿¿qué pasa acá?
Rafael mira a los dos con desprecio. No dice nada y sube a su cuarto.

En ese mismo momento, Félix se está despidiendo de doña Providencia.
--¿seguro que vas a tu casa?
--sí, tengo trabajo. Desde mi casa puedo averiguar si ese hombre vive.
--Me sacas un peso de encima, me siento más tranquila al saber que no te acercaras a ese demonio.
Félix fuerza una sonrisa. Los dos se abrazan.
--No me gustaría perder el contacto contigo...
--A mi también... --Félix.
En la mente del chico sólo hay un rostro, el de Asdrúbal, y un nombre: José Sáenz de la Torre.
--lo voy a localizar y él va a pagar la culpa de los dos. Lo voy a destruir. Voy a aplastarlo como el gusano que es –dice para sí.


Rafael está desnudo en su cuarto. Más delgado. Se maquilla. Esnifa cocaína. Eso lo relaja. Se mira al espejo.
--¡no estoy enfermo, no tengo Sida¡
Se va mirando para auto-convencerse. No quiere aceptar que está débil, aunque las drogas lo hacen fuerte, que su aspecto no es el de antes aunque el maquillaje lo disimula. Andrés tenía anticuerpos del Sida, Francisco murió de Sida.
--¡yo no¡ ¡¡yo no¡
Rafael se enfada consigo mismo por no poder olvidar ese tema.

En ese mismo instante, Óscar está discutiendo con su esposa:
--No me gusta la manera en la que te trata tu hijastro... tenéis demasiada confianza... ¿es que pasó algo entre ustedes?
--¡a mi no me hagas escenitas de celos que no te tengo por qué dar explicaciones¡
--¡soy tu esposo, tengo derecho a...¡
Luz lo interrumpe y dice:
--¡no me hagas recordarte que te compré¡
Él la mira triste:
--pensé que el pasado había quedado atrás... yo creí que podríamos ser felices... ¿porque te casaste conmigo?
Ella lo trata con mucho desprecio:
--¡mira las cosas están muy claras entre tú y yo. Tú eres muy lindo y en la cama nadie es como tú. Serás la envidia de mis amigas. Quiero que todos sepan que puedo tener a mis pies al hombre más guapo pero si te pones fastidioso te corro, te devuelvo a la esquina de la que te saqué¡
--¿eso soy solo para ti, un objeto lindo? --decepcionado.
--¡para mi y para cualquier mujer y por eso te vendías a cualquiera. Yo te compré. Eres mío. Da gracias que te di un nombre, que ya no eres un don nadie. Te compré por tiempo indefinido pero si sigues así este va a ser el matrimonio más corto de la historia...¡
Óscar la mira muy dolido y ella se le ríe:
--¡y tú ahora no te hagas la víctima, que te casaste conmigo sólo para darte la gran vida a mis costillas¡
--si pero... --dice triste.
Ella nuevamente no lo deja hablar:
--nada de peros... me tienes harta... tú aparte de hacerme el amor poco más tienes que hacer así que no me fastidies¡¡¡
Luz se va dejando a su joven y guapo marido triste.

Luz va a ver a Rafael y se sorprende al ver que su hijastro tiene las maletas hechas.
--¿te vas? No me dijiste nada...
--es que no aguanto al imbécil ese...
--¿cual imbécil?
--¡¡ese que dices que es su esposo¡¡
--¿no te gusta tu nuevo papá? --pregunta ella con ironía.
--¡ese bueno para nada es un desgraciado que lo único que quiere es quedarse con el dinero de mi familia¡
--a lo mejor me he enamorado –dice ella con burla.
--¡¡por favor... el amor no existe¡
--¿y te vas a ir de la casa?
Luz está feliz. Su sueño se ha hecho realidad. Sacar a todos los hijos de su marido de la casa. Rafael lo sabe.
--claro que no... sólo va a ser por unos días. No te voy a dar el gusto de echarme de mi casa pero me quiero dar unas vacaciones y para luchar luego para echar a ese trepador de mi casa...
Madrastra e hijastro se miran desafiantes. No se dicen nada.

Horas después…




Julián y Sebastián están entrando en la mansión de los Sáenz. A Sebastián se le desencaja el rostro pensando en los momentos de angustia que ha vivido ahí. Julián le pone las manos sobre los hombros y le dice:
--si te parece mejor pasamos la noche en un hotel...
--no, tengo que superar esto que me pasa... y voy a hacerlo...
Julián lo mira con orgullo y entran. Julián nota temblar a su hermano en todo momento pero de repente se da cuenta que su miedo desaparece al instante. Sebastián está temblando pero de excitación. Se queda paralizado, siente escalofríos por todo el cuerpo. Se queda viendo algo. Le parece la criatura más bella del mundo. Le mira como su fuera un ángel.
--debe ser una aparición –se dice para sí-- es imposible que un hombre tan guapo sea de verdad.
Aunque Óscar se siente incomodo por la intensidad de la mirada de Sebastián es la primera vez que desde que llegó a la casa que no lo miran con desprecio y eso le gusta. Julián no se ha dado cuenta, se sorprende al ver esa tierna sonrisa en el rostro de su hermano.
--¿se puede saber que tanto ves? --le pregunta a su hermano.
Algo nervioso, Óscar se hace presente dice:
--buenos días...
Julián lo mira sorprendido. Le cae bien ese hombre ya que se ha dado cuenta que ha despertado el interés de Sebastián. Para Sebastián, Óscar es la inyección de vida que necesita. La voz del guapo marido de Luz se le clava en el alma de Sebastián. Suspira. Óscar baja las escaleras. Sonríe, esa sonrisa mata de deseo a Sebastián. Óscar extiende la mano y dice:
--soy Óscar, el esposo de la señora de la casa...
La noticia es una sorpresa para los dos que lo miran con el rostro desencajado. Sebastián se siente triste al saber que ese hombre tan guapo se casó con una mujer tan mala. Julián lo mira con rabia y no le da la mano. Óscar se siente rechazado y le da pena.
--Veo que a ustedes tampoco les caigo bien... ¿son los otros hijastros de Luz?
Julián no dice nada, se da cuenta que Sebastián ha empezado a interesarse en ese hombre y sabe que ahora está sufriendo. Profundamente atraído por ese hombre, Sebastián va a unir su mano a la de él. Tiembla de deseo al rozar la piel de él. El grito de Luz los interrumpe. No deja que su marido y Sebastián se den las manos:
--que haces¡¡¡ no toques a ese rarito... ¡¿no ves que es gay?¡ ¡los dos son gays pero Sebastián es el peor¡¡seguro que ya se te ha pegado todas las enfermedades que tiene y esta noche no me vas a poder cumplir...¡¡
Óscar mira con pena a Sebastián que sale apenado y llorando. Julián no sabe si ir detrás de Sebastián o enfrentarse a Luz. Agarra del brazo a su madrastra y le dice:
--¡que sea la última vez que desprecias a mi hermano, esta es tan casa suya como tuya¡
Los dos se miran con rabia. Óscar da alcance a Sebastián.

Sebastián está sentado en el jardín. No deja de pensar en la mirada de ese hombre y le duele que Luz lo haya humillado. Se pone nervioso al ver que Óscar se le acerca. Se levanta para irse pero Óscar lo llama:
--no, no te vayas...a mi no me importan tus tendencias sexuales... si vamos a vivir juntos pues me gustaría que fuéramos amigos... ¿amigos?
Óscar lo mira con ternura y le extiende la mano. Sebastián tiembla de deseo y no se atreve a tocarlo.
--¿me vas a hacer ese feo?
Sebastián le da la mano y se emociona al sentir el tacto del guapo hombre.
--perdona lo que te ha dicho Luz... No le hagas caso –Óscar.
--te ves buena persona... ¿cómo te has casado con esa?
--Eso no importa. Voy a necesitar un amigo en esta casa... me gustaría que fuéramos buenos amigos...
--crees que puedas ser amigo mío a pesar que... --dice triste.
--yo si creo que un hombre y una mujer puedan ser amigos, pues nosotros podemos ser amigos indistintamente de nuestras diferentes tendencias sexuales...
Sebastián acepta la amistad del hombre aunque calla lo mucho que le gusta.

*(Laureano Olivares es Carlos)

En la cocina, Félix entra con su uniforme de empleado. Es su primer día. Segismundo lo trata con mucho desprecio. Félix enseguida se hace amigo de Carlos, otro empleado.
--espero que este trabajo me dure... soy nuevo en la ciudad y necesito el empleo pero me dicen que los empleados en esta casa duran muy poco... es eso cierto...?
--bueno, eso es cierto. Hay que hacer lo que te diga el señorito... yo llevo varios meses, y tenido que hacer cosas que no me han gustado pero... pero el señorito es muy caprichoso...
--y degenerado ¿no?¿es cierto que el señor Jose Saenz se acuesta con todos sus empleados a cualquier precio?
Carlos no sabe que decir. Segismundo los ha escuchado. Los interrumpe para que no sigan hablando. Le dice a Félix que lleve un te de tilo a la señora. Félix lo hace temblando, va mirando a cada momento esperando encontrarse con el señorito. Julián iba a toda prisa y la pareja se cruza y chocan. El te cae sobre los pantalones de él. Los dos se miran, sienten algo especial como dos almas gemelas que se encuentran.


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