PARA UN TRIO

PARA UN TRIO

jueves, 30 de diciembre de 2010

Capítulo 25:





Félix llora pero no se detiene. Rafael le está agarrando el pene cuando Félix siente un escalofrío y para. Se aparta sofocado.
--¡no, no ahora no... mejor hagamos las cosas como quedamos¡ --Félix.
Rafael se muestra dulce pero cuando se va su rostro se llena de odio:
--¡a mi ningún hombre me rechaza y tú no vas a ser la excepción¡¡
No lo ha violado porque quiere humillarlo, quiere que se acueste con él libremente y luego contarle todo. Félix se queda muy alterado, se culpa por haber besado a Rafael y también por no haberse dejado llevar ya que reconoce que era la mejor forma de venganza.

Rafael entra en su cuarto frustrado por haberse quedado con las ganas y se sorprende a ver a Segismundo desnudo en su cama y con un preservativo en la mano . No hay palabras, los dos se miran como bestias salvajes y hacen furiosamente el amor. Aunque Segismundo lo desprecia, no al dinero que siempre le da.








Al día siguiente, Félix ya está vestido de blanco en el dormitorio de Luz. Rafael y Luz no dejan de atormentarlo recordándole lo que hizo supuestamente Julián y aumentando su odio hacia él. Julián trata de hablar con él pero Luz no le permite verlo.
--¡no puedes ver al novio antes de la boda¡
Julián está muy ansioso.
--¡si pero es que apenas he visto a Félix desde el anuncio de la boda¡
--¡ya tendrán tiempo para estar juntos después¡
Julián se va triste. Luz ve amor y dolor en los ojos de Félix y finge llorar.
--ese hombre es un monstruo... ha hecho tanto daño... gracias a ti yo podré ser feliz... todas sus víctimas quedaran vengadas... tu padre y tu hermano podrán descansar en paz¡¡¡Mi querido Andrés… que tragedia pensar en lo que le pasó¡ ¡¡era un ser maravilloso¡ ¡todo el mundo lo quería¡
Félix está conmovido por el falso dolor de Luz. Rafael, con una dulzura fingida, le besa la mano y dice:
--tu hermano fue el amor de mi vida y ahora que gracias a ti quedará vengado, siempre te lo agradeceré¡
Luz une las mano de los dos y dice:
--¡ustedes juntos serán los ángeles justicieros¡
Luz cree tenerlo todo controlado y no se da cuenta de la manera tan especial en la que Rafael mira a Félix .

Mientras Mario ha llegado hasta el último lugar en el que supo que estuvo Félix. Lo recibe Providencia que se asusta al darse cuenta que Félix no fue con su amigo.
--¡seguro que se fue a a buscar a esa gente¡¡¡¡tienes que ir a por él, no es bueno la venganza... Esa gente es peligrosa.
Mario tiene la mirada muerta, el brazo escayolado. Las palabras de la mujer lo preocupan.






Todo está ya listo en el ayuntamiento. Félix, se hace esperar. Julián está muy nervioso en el altar. Sebastián está a su lado. Mira con deseo a Óscar que llega muy elegante con su esposa. Del brazo de Rafael, Félix va llegando hasta el altar. Todo le tiembla al ver a Julián muy enamorado. Para que no flaquee Rafael no hace más que recordarle todo el daño que supuestamente hizo el novio a Andrés. Mario llega hasta la mansión de los Saenz y se sorprende al saber que su amigo se casa. Julián toma a su novio muy feliz. Se muestra dulce y enamorado. Le dice palabras de amor. Se preocupa de su palidez. Félix no lo mira a los ojos ya que no sabe si podría seguir con su plan. Mientras el juez da por iniciada la ceremonia, Félix centra toda su atención en odiar. Piensa en lo mal que se sintió cuando fue traicionado por Asdrúbal y se da cuenta que esa herida ya no duele y es que ahora sólo ama a Julián .
--No corazón –se dice para sí-- no debes amarlo, ¡¡no debes amar al asesino de tu padre, al hombre que abusó de tu hermano¡
Habla el juez:
--si alguien sabe de algo por lo que este matrimonio no se pueda llevar a cabo que hable ahora o calle para siempre.
Félix comete el error de mirar al novio y se queda atrapado por la mirada de él. Se nota que están muy enamorados lo que enfurece a Luz que fulmina con la mirada a Rafael que está con los novios. Rafael actúa rápido y dice:
--¡yo me opongo¡
Julián y Sebastián no salen de su sorpresa. Félix mira triste al novio.
--¡yo no te pienso permitir que te cases con mi amante¡ ¡¡Yo fui el primer hombre en la vida de Félix, le fallé para ahora estoy aquí para enmendar mi error¡.
Julián no da crédito a lo que oye.
--¡¡¿es eso cierto?¡
Félix se ha quedado sin palabras. Rafael sigue hablando:
--¡yo te amo, Félix ... soy yo el que me debería casar contigo¡¡¡no niegues que ayer estuvimos juntos... que te besé, que estuve en tu cama¡
Julián se derrumba:
--¡no puede ser... no puede ser¡
Sebastián lo sostiene entre sus brazos.
--di algo... di algo –le suplica Julián a Félix .
Félix está deshecho por verlo tan mal. Rafael se pone entre ellos y dice a Félix :
--¡niégale que anoche nos besamos¡¡niégalo¡¡
Julián mira a Félix herido. Félix llora y dice:
--¡lo siento, lo siento¡¡
Félix quiere olvidar todo y salir huyendo pero Rafael no se lo permite. Lo agarra del brazo y le dice:
--vente conmigo... demuéstrale a este tipo que eres mi hombre...
Félix mira a Luz para alimentarse de odio y a pesar de todo el dolor que siente toma de la mano a Rafael y se va con él. Tras unos segundos de desconcierto, en los que Julián sufre al ver a su amado huir con su hermano sin entender nada mientras Sebastián trata de animarlo y Luz goza por su dolor, Julián se va detrás de su amado a pesar que Sebastián trata de impedirlo. Al ver que lo sigue, Félix pide a Rafael que salgan corriendo. Julián sale segundos después que se cierre la puerta del auto en la que están Rafael y Félix . Julián golpea la puerta con desesperación. Félix lo mira llorando. Rafael sonríe a su hermano con triunfo y se alejan de ahí....
Julián llora de rodillas al ver irse a su amado. Sebastián le pone la mano en los hombros. No le dice nada, no soporta verlo subir. De un taxi se baja Mario.
--¿qué es lo que ha pasado aquí? ¿ya acabó la boda? ¿y Félix?
Julián fulmina con la mirada al recién llegado, se levanta y pregunta zarandeando a Mario:
--¿¿quien eres tú?¿dónde está Félix?¿porque me dejó plantado?¡¡¿porque me hizo esto?
Mario no entiende nada:
--¿Félix te dejó plantado?¿cómo?
Julián se hunde en brazos de Sebastián.
--vamos a la casa, hermano, ya no pienses más en ese hombre que no te conviene...
Mario recuerda de los temores de Providencia de que el joven se quisiera vengar y pregunta:
--Usted el novio ¿usted se llama José Sáenz de la Torre?
Tanto Julián como Sebastián se sorprenden. Julián no tiene fuerzas para contestar, es Sebastián el que dice:
--bueno en realidad somos tres, los tres hermanos nos llamamos igual...
Luz y Óscar salen del ayuntamiento. Luz no puede ocultar su satisfacción por lo que ha ocurrido.
--mi amigo, tengo que hablar con él... ¡tenemos que seguir al auto¡
Óscar, quiere sentir que hace algo útil, se hace voluntario y se van los dos juntos. Luz está demasiado preocupada en hacerle la vida imposible a Julián y no se opone. Disfruta del dolor de su hijastro.
--¡cada cual tiene lo que se merece¡
Julián la mira con ojos de sangre y no dice nada. Sebastián defiende a su hermano:
--¡¿pero qué te pasa?¡¡déjalo en paz¡
Luz mira a los dos hermanos con desprecio y dice:
--¡tú a mi no me hables que no eres más que un maricón¡ ¡par de... maricones¡
Sebastián iba a discutir con su madrastra pero Julián le pide que se vaya, que se siente muy mal. Luz se ríe al verlo ir abatido y dice:
--¡¡cómo me gusta¡¡¡cómo me gusta verte sufrir¡¡¡no debiste volver, no debiste volver¡¡¡este no es tu lugar y ni el del depravado de tu hermano que lo único bueno que hizo en su vida fue matar al imbécil de vuestro padre, no debieron volver¡
Sebastián se lanza hacia su madrastra y agarra de su cuello y, con una fuerza que nadie imaginaba que tuviera, se dispone a ahorcarla.

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