Rafael se ríe en toda la cara de Andrés.
--¡yo no soy un sidoso¡ ¡¡ves a reclamar a otro¡
Andrés está resignado a su suerte, lo que no quiere es que nadie más pase por lo mismo que él.
--Te tienes que cuidar y vas a hacer mucho daño.
Rafael es muy agresivo.
--¡yo no tengo sida y si lo tuviera me lo contagiaste tú¡
--debí dejar que te murieras… yo ya te he avisado… verás tú si te quieres tratar o prefieres morirte-
Andrés habla casi con compasión, Rafael responde con violencia:
--¡tú eres una maricona… es normal que tengas sida¡ ¡¡a mí no me compares contigo¡
Andrés lo mira con odio:
--¡conmigo no te hagas el tonto, tú me has contagiado el sida¡
Rafael lo mira burlón, se hace el como si la cosa no fuera con él. Se gira divertido y como no hay nadie detrás se señala diciendo:
--¿estás hablando de mi?¿de este José que está aquí?
Andrés ya lleva rato arrepentido de no haberse quedado callado ya que se hubiera ahorrado este ultraje innecesario. Entre lágrimas Andrés le dice:
--¡¡Yo con mi novia siempre me he cuidado¡ ¡¡nunca había estado con un hombre y te consta¡ ¡¡tú no te cuidaste y yo no pensé en eso¡ ¡¡bastante tenía encima¡
Andrés está destrozado. Su pesadilla no termina nunca. Rafael lo mira divertido:
--eso es cierto pero si a mi te me regalaste fácilmente no dudo que hayas hecho lo mismo con todos los hombres que se te hayan acercado. No dudo que alguien te haya contagiado pero ¡¡YO NO¡
Andrés lo intenta golpear pero Rafael lo agarra del cuello:
--¡yo no tengo sida¡ ¡¡si le dices a alguien eso ¡¡TE MATO¡ ¡¡TE JURO QUE TE MATO¡
La mirada de Rafael asusta. Andrés sabe que es capaz de eso. Rafael suelta al chico pero lo empuja tirándolo al piso. Andrés se lleva las manos al cuello con dolor. Rafael es muy despectivo:
--¡tú y yo nos divertimos juntos pero ya está, los dos estábamos de acuerdo en que después no nos íbamos a volver a ver. Se supone que te vas regalando a todos los hombres pues lo lógico es que te cuidaras pero ya veo que tú eres de esas mariconas que por el vicio no les importa poner en riesgo su vida y su salud¡ ¡¡me das asco¡
Rafael le escupe en toda la cara. Disfruta viendo al joven humillado. Andrés está destrozado y llora a sus pies.
--no me humilles más, yo sólo quería que lo supieras. Me olvidé del orgullo porque la salud está por encima de todo, yo consideré que tenías derecho a saberlo...
--las mariconas como tú no tenéis orgullo –dice él con desprecio.
Desde la ventana de su recámara. Luz observa la escena divertida.
--¿¡que será lo que le pasa a esa marica?¡ No habíamos vuelto a saber de él pero qué bueno que le va como merece. Con lo altivo y orgulloso que se veía pero ya aprendió. Así me gusta, que se arrastre, que aprenda que es una basura y que debe besar el piso por donde pasamos la gente de verdad...
Luz sonríe con mucha maldad. Disfruta mucho con el dolor de ese joven.
Rafael mira a Andrés con desprecio y le dice con ironía:
--¿y que pretendes?¿qué te dé dinero por tus servicios de putita? ¡no va a ser mucho¡ ¡¡no eres gran cosa¡
Andrés lo mira con rabia y dice:
--¡no, claro que no¡
Humillándolo Rafael dice:
--¡tú lo que quieres es dinero, yo creí que no eras una putita, que te me habías regalado por el gusto de hacerlo pero si el problema es el dinero pues dime cuáles son tus honorarios y yo te diré si los vales pero no te sobrevalores que no mereció la pena¡
Andrés se levanta, se seca las lágrimas y le dice con odio:
--¡mira imbécil, yo vine para darte una oportunidad de rectificar, pensé que aunque fueras una rata tenías derecho a luchar por tu vida pero si te quieres morir ¡¡mejor para la humanidad. Tranquilo, no nos volveremos a ver¡
Rafael se le ríe en su cara y le dice:
--¡a mi no te me hagas el ofendido que tú fuiste mi amante porque se te pegó la gana¡
--¡¡eso no es cierto¡¡
Con sarcasmo él dice:
--¿vas a negar que te me regalaste? Porque te acostaste conmigo sin recibir nada a cambio o ¿te benefició acostarte conmigo a parte del buen rato que pasaste?
Andrés lo mira con rabia:
--¡eso es injusto¡
Rafael se ríe:
--¡basta ya, tú te me entregaste y sabías que a mi no me interesaba nada más de ti, vete y no vuelvas más, no mereces la pena ni como puto¡
--¡Qué Dios te perdone, yo no lo haré¡—dice Andrés con altivez.
Rafael riendo a la casa. Andrés sale de la propiedad furioso.
Cuando Rafael entra en la mansión, Luz espera a su hijastro intrigada.
--¿qué quería esa marica?
--Nada…
A Rafael se le ha borrado la sonrisa del rostro. Eso preocupa a Luz.
--¿es que sospecha que matamos a su padre?
--¡yo no fui quien lo maté¡
Rafael se nota alterado y eso preocupa a Luz.
--¡¿¿qué te dijo? ¡¡tan grave es?
Rafael no quiere creer en las palabras del chico pero se nota su preocupación. Fuerza una sonrisa.
--¡yo no soy un sidoso¡ ¡¡ves a reclamar a otro¡
Andrés está resignado a su suerte, lo que no quiere es que nadie más pase por lo mismo que él.
--Te tienes que cuidar y vas a hacer mucho daño.
Rafael es muy agresivo.
--¡yo no tengo sida y si lo tuviera me lo contagiaste tú¡
--debí dejar que te murieras… yo ya te he avisado… verás tú si te quieres tratar o prefieres morirte-
Andrés habla casi con compasión, Rafael responde con violencia:
--¡tú eres una maricona… es normal que tengas sida¡ ¡¡a mí no me compares contigo¡
Andrés lo mira con odio:
--¡conmigo no te hagas el tonto, tú me has contagiado el sida¡
Rafael lo mira burlón, se hace el como si la cosa no fuera con él. Se gira divertido y como no hay nadie detrás se señala diciendo:
--¿estás hablando de mi?¿de este José que está aquí?
Andrés ya lleva rato arrepentido de no haberse quedado callado ya que se hubiera ahorrado este ultraje innecesario. Entre lágrimas Andrés le dice:
--¡¡Yo con mi novia siempre me he cuidado¡ ¡¡nunca había estado con un hombre y te consta¡ ¡¡tú no te cuidaste y yo no pensé en eso¡ ¡¡bastante tenía encima¡
Andrés está destrozado. Su pesadilla no termina nunca. Rafael lo mira divertido:
--eso es cierto pero si a mi te me regalaste fácilmente no dudo que hayas hecho lo mismo con todos los hombres que se te hayan acercado. No dudo que alguien te haya contagiado pero ¡¡YO NO¡
Andrés lo intenta golpear pero Rafael lo agarra del cuello:
--¡yo no tengo sida¡ ¡¡si le dices a alguien eso ¡¡TE MATO¡ ¡¡TE JURO QUE TE MATO¡
La mirada de Rafael asusta. Andrés sabe que es capaz de eso. Rafael suelta al chico pero lo empuja tirándolo al piso. Andrés se lleva las manos al cuello con dolor. Rafael es muy despectivo:
--¡tú y yo nos divertimos juntos pero ya está, los dos estábamos de acuerdo en que después no nos íbamos a volver a ver. Se supone que te vas regalando a todos los hombres pues lo lógico es que te cuidaras pero ya veo que tú eres de esas mariconas que por el vicio no les importa poner en riesgo su vida y su salud¡ ¡¡me das asco¡
Rafael le escupe en toda la cara. Disfruta viendo al joven humillado. Andrés está destrozado y llora a sus pies.
--no me humilles más, yo sólo quería que lo supieras. Me olvidé del orgullo porque la salud está por encima de todo, yo consideré que tenías derecho a saberlo...
--las mariconas como tú no tenéis orgullo –dice él con desprecio.
Desde la ventana de su recámara. Luz observa la escena divertida.
--¿¡que será lo que le pasa a esa marica?¡ No habíamos vuelto a saber de él pero qué bueno que le va como merece. Con lo altivo y orgulloso que se veía pero ya aprendió. Así me gusta, que se arrastre, que aprenda que es una basura y que debe besar el piso por donde pasamos la gente de verdad...
Luz sonríe con mucha maldad. Disfruta mucho con el dolor de ese joven.
Rafael mira a Andrés con desprecio y le dice con ironía:
--¿y que pretendes?¿qué te dé dinero por tus servicios de putita? ¡no va a ser mucho¡ ¡¡no eres gran cosa¡
Andrés lo mira con rabia y dice:
--¡no, claro que no¡
Humillándolo Rafael dice:
--¡tú lo que quieres es dinero, yo creí que no eras una putita, que te me habías regalado por el gusto de hacerlo pero si el problema es el dinero pues dime cuáles son tus honorarios y yo te diré si los vales pero no te sobrevalores que no mereció la pena¡
Andrés se levanta, se seca las lágrimas y le dice con odio:
--¡mira imbécil, yo vine para darte una oportunidad de rectificar, pensé que aunque fueras una rata tenías derecho a luchar por tu vida pero si te quieres morir ¡¡mejor para la humanidad. Tranquilo, no nos volveremos a ver¡
Rafael se le ríe en su cara y le dice:
--¡a mi no te me hagas el ofendido que tú fuiste mi amante porque se te pegó la gana¡
--¡¡eso no es cierto¡¡
Con sarcasmo él dice:
--¿vas a negar que te me regalaste? Porque te acostaste conmigo sin recibir nada a cambio o ¿te benefició acostarte conmigo a parte del buen rato que pasaste?
Andrés lo mira con rabia:
--¡eso es injusto¡
Rafael se ríe:
--¡basta ya, tú te me entregaste y sabías que a mi no me interesaba nada más de ti, vete y no vuelvas más, no mereces la pena ni como puto¡
--¡Qué Dios te perdone, yo no lo haré¡—dice Andrés con altivez.
Rafael riendo a la casa. Andrés sale de la propiedad furioso.
Cuando Rafael entra en la mansión, Luz espera a su hijastro intrigada.
--¿qué quería esa marica?
--Nada…
A Rafael se le ha borrado la sonrisa del rostro. Eso preocupa a Luz.
--¿es que sospecha que matamos a su padre?
--¡yo no fui quien lo maté¡
Rafael se nota alterado y eso preocupa a Luz.
--¡¿¿qué te dijo? ¡¡tan grave es?
Rafael no quiere creer en las palabras del chico pero se nota su preocupación. Fuerza una sonrisa.
--Nada, que le pegaron una enfermedad venérea y me vino a acusar.
--¿algo grave? ¡¡tienes que ir al médico¡ --le dice Luz con rabia y desprecio.
Rafael habla a la defensiva.
--¡no es nada grave¡ ¡¡yo estoy sano¡ ¡Seguro que se lo inventó para sacarme dinero¡ ¡no quiero oír hablar del tema¡
Rafael va hacia la cocina, Luz se queda pensativa:
--ojalá sea algo para morirse y ese imbécil se muera pero antes le tengo que sacar el dinero.
No le importa lo que pueda pasar con sus hijastros.
--menos mal que siempre usé preservativo con él ¡con estos maricones nunca se sabe¡ ¡¡dan asco¡
Luz sube a su dormitorio, Segismundo, el empleado, ha seguido toda la conversación con interés. Rafael no quiere pensar en lo que le ha dicho Andrés y busca a uno de los nuevos empleados para desahogarse.
--¿algo grave? ¡¡tienes que ir al médico¡ --le dice Luz con rabia y desprecio.
Rafael habla a la defensiva.
--¡no es nada grave¡ ¡¡yo estoy sano¡ ¡Seguro que se lo inventó para sacarme dinero¡ ¡no quiero oír hablar del tema¡
Rafael va hacia la cocina, Luz se queda pensativa:
--ojalá sea algo para morirse y ese imbécil se muera pero antes le tengo que sacar el dinero.
No le importa lo que pueda pasar con sus hijastros.
--menos mal que siempre usé preservativo con él ¡con estos maricones nunca se sabe¡ ¡¡dan asco¡
Luz sube a su dormitorio, Segismundo, el empleado, ha seguido toda la conversación con interés. Rafael no quiere pensar en lo que le ha dicho Andrés y busca a uno de los nuevos empleados para desahogarse.
Meses después...
Félix recibe una carta que lo deja trastornado.
--¿¡que pasó?¿¡que decía esa carta? –pregunta Mario.
Félix se seca las lágrimas y dice:
--Me ha escrito la madre de la ex novia de mi hermano… ¡Mi hermano se ha suicidado¡
Mario lo abraza con fuerza.
--Aunque no lo conocías es tu hermano ¡debe ser duro para ti ¿y tu papá?
--Mi papá murió hace meses, poco después que su esposa…
--¿por eso se suicidó tu hermano?
--Cayó en una depresión por algo que le ocurrió en el trabajo. La novia trato de ayudarlo pero él se fue encerrando en sí mismo hasta que no pudo más y se mató.
Félix siente mucha rabia, Mario lo va consolando:
--¿qué debió ser tan terrible para que tu hermano se matara?
--¡no lo sé… pero¡ ¡¡lo voy a averiguar¡
--¿vas a viajar?
--si quieres llevar unas flores a su tumba. Saber bien qué pasó.
Mario lo anima:
--un viaje siempre es una alegría y así tal vez olvides esa amargura por lo que te pasó.
El rostro de Félix se llena de odio:
--¡nunca, nunca¡¡algún día me vengaré, algún día me vengaré de lo que me hizo ese desgraciado¡
Mario lo abraza con mucho cariño. Confía que su amigo encuentre el amor y se le olvide el rencor.
En Europa, Julián se prepara para ir a trabajar. Mira a su hermano mientras duerme. Sonríe. Le ha dedicado su vida esos meses y Julián ha olvidado vivir para luchar por la felicidad de su hermano. No está dispuesto a vivir su vida hasta que su hermano sea feliz otra vez. Aunque se siente solo y extraña el calor de un amor ha antepuesto sus sentimientos de hermano a los de hombre.
--hace ya mucho más de un año que no tengo sexo... ya casi he olvidado lo que se siente pero ahora lo primero es lo primero... mi hermano se tiene que curar, no podría disfrutar del amor, sabiendo que el sufre... tal vez cuando él está bien llegue el amor de un hombre a mi vida...
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