CAPITULO 4

La mirada lasciva tanto de Rafael como de Francisco le molesta y le asquea a Andrés. Los dos amigos, cada cual más fascinado, barran el paso al joven.
--¡dejenme pasar, tengo trabajo. La señora no me paga para estar platicando¡
Rafael se le pega seductor, aunque Andrés logra separarse, y dice:
--esas horas las pago yo, si eres complaciente te la vas a pasar en grande y además vas a ganar mucho dinero.
Andrés no da crédito a lo que está oyendo:
--¡usted es un impresentable ¿porqué me está tomando?¡
Con cierta ironía, Rafael le dice:
--por machito bien lindo.
Andrés está furioso:
--¡es usted de lo peor¡ ¡yo no soy gay¡ ¡¡a mi me encantan las mujeres¡
Francisco y Rafael se ríen del chico:
--con esa profesión sólo se puede ser marica. ¡Sólo las mujeres y las mariconas planchan¡
--¡mi papá está enfermo y necesita medicinas muy caras, no me queda de otra¡ ¡no soy gay¡ ¡¡respecto a todo el mundo pero no soy gay¡
El que no sea gay excita aún más a los amigos. Coqueto Rafael dice:
--todos dicen lo mismo pero cuando les meto la verga la disfrutan más que nadie. ¡Tú no vas a ser la excepción¡
Andrés se dispone a golpear a Rafael pero Rafael le da un empujón:
--¡ojo con lo que haces¡ ¿no es que necesitas el dinero? –dice Rafael amenazante.
Andrés intenta pasar entre los amigos pero lo agarran y lo retienen. Andrés les da patadas para que le suelten pero no puede salir del cerco que le hacen. Los amigos lo miran divertidos.
--tienes toda la razón, precioso, he sido muy desconsiderado contigo... Aún no me he presentado. Yo me llamo Jose y soy tu más humilde servidor, dispuesto a romper tu lindo culito.
Francisco da un golpe en el hombro a su amigo y Rafael dice divertido:
--esto de aquí es Francisco mi amigo, mi hermano. Te puedo asegurar que no vas a encontrar ningún hombre más macho que nosotros dos...
Andrés los mira con desprecio:
--¡miren que ya estoy perdiendo la paciencia¡¡¿es que no se van a largar?¡¡¡¡¡
Con mirada lasciva dirigida al paquete del chico, Rafael le dice:
--otra cosa que yo me sé te haría perder yo y te juro que lo ibas a gozar mucho...
Andrés se saca la camisa por fuera para tapar su bulto central para tratar de despertar menos lascivia en esos dos pervertidos. Muy nervioso y viendo que cada vez que él se mueve los dos amigos se mueven con él para que no se pueda alejar de ellos, Andrés les dice:
--¡miren, por favor¡
--Yo te hago todos los favores que tú quieras, lindo –dice Rafael.
Rafael intenta tocarlo pero Andrés lo desprecia con asco.
--¡que no soy gay, cómo se lo tengo qué decir¡
Andrés está desesperado. Nunca pensó que le podría pasar algo así y si no fuera porque le urge el dinero y no tiene otra manera de conseguirlo dejaría la casa pero no es fácil conseguir un buen empleo como el que tenía su madre.
Con ironía Rafael le dice:
--¿en serio no eres gay? De ser así yo te haré cambiar de opinión... en la cama nadie me gana.
--¡es usted un degenerado de lo peor... No pierda su tiempo conmigo y no me lo haga perder a mi... a mi me gustan los mujeres y si fuera gay me gustarían los hombres y no los cerdos y usted es un cerdo¡
--me gusta que me maltraten en la cama... –Rafael con cara de depravado.
--¡Mi padre está enfermo y necesito el dinero... no me moleste más¡ --suplica Andrés desesperado.
--estás como quieres, yo te daría todo el dinero que me pidiera ese culito si fueras complaciente conmigo –Rafael.
Rafael le acaricia la nalga a Andrés que le golpea la mano con rabia y le dice:
--¡no me vuelva a tocar¡
Andrés empieza a dar patadas como loco pero no puede atravesar la barrera que le han montado los dos hombres porque Rafael lo agarra del brazo con violencia y le dice:
--¡a mi me respectas, yo te voy a enseñar lo que es un hombre y como nos tienes que tratar, tú no eres más que un empleado asqueroso y tienes que hacer todo lo que yo te diga¡
Rafael intenta besarlo a la fuerza pero no llega a rozarlo porque Andrés lo tumba de un rodillazo en las partes blandas. Rafael se queda retorciéndose del dolor mientras Andrés se va corriendo muy sofocado. Francisco intenta ayudar a su amigo pero Rafael lo rechaza con rabia y empieza a hacer unas flexiones. Está furioso.
--¡esto no se va a quedar así, ese tipo va a ser mío quiera o no y después lo voy a correr y lo voy a tratar como la peor de las basuras y además se irá sin un peso¡
--pues yo de ti me olvidaría de él ya que no le hemos caído muy bien que digamos. De entrada hoy ya te dejó sin postre. Hay muchas chicos, corre a ese loco y busca a otro más complaciente...
Rafael se incorpora lleno de rabia y aún furioso dice:
--¡sí, lo voy a correr pero antes me voy a dar el gusto con él... Me juego mi dignidad de hombre¡
--¡no le has causado muy buena impresión... no lo vas a conquistar¡
--¡ni que fuera el primero que se me niega y lo he tenido... esas chicos son menos que nada y no le pueden decir no a alguien como yo¡
--pero este se ve más guerrero, ya te digo yo que ni a la fuerza lo vas a poder tener.
--¡eso ya lo veremos pero yo me acuesto con ese guapo o dejo de llamarme José Rafael Saénz de La Torre¡ --dice con la mirada llena de odio.
--pues conmigo no cuentes... yo no quiero saber nada de ese loco.
--¡pues a mi ningún tipo me ha dejado con las ganas y ése no va a ser una excepción porque lo digo yo¡

Andrés llega a la casa muy alterado. Se quiere disculpar por haber llegado tarde pero Segismundo no lo deja hablar. Furioso le agarra del brazo y dice:
--¡eres un descarado, te vi coqueteando con los señoritos¡¡¡si pretendes quedarte en esta casa ni te acerques a esos hombres que tu trabajo no es de putita... si eso es lo que buscas te has equivocado de sitio¡¡
Andrés quiere defenderse pero Segismundo casi ladra y con malos modos le ordena que trabaje. Andrés aguanta el tipo porque necesita el dinero y comienza con su trabajo.

Mientras Andrés sufre, en otra ciudad, Félix se siente el chico más feliz del mundo.

Después del mal rato que ha pasado y con Segismundo que no deja de despreciarlo, a Andrés se le hace muy pesada la mañana.

Félix está en las nubes. Se la pasa pensando en Asdrúbal. Mira la rosa que él le ha regalado, y que está en un vaso con agua, y suspira enamorado. Llega la hora de cerrar y Félix está nervioso porque ya es la hora convenida y el hombre aún no ha llegado. En realidad sólo pasa tres minutos pero a Félix le parecen 3 años. Se le hacen eternos y cree que lo va a dejar plantado. No deja de mirar el reloj, siente que el corazón se le va a salir del pecho. De pronto su sangre empieza a hervir cuando reconoce el coche de su elegido. Suspira feliz.




Al otro lado del océano, Julián sale de la oficina muy deprisa. Un chico lo llama. Julián pone mala cara. El chico se le lanza al cuello. Es muy descarado.
--¿hasta cuando me vas a rechazar? ¿porque no comemos juntos?
Julián se lo saca de encima educadamente.
--ya sabes que no puedo.
Molesto él lo deja ir:
--¡escuché que eras gay pero veo que no es cierto¡
--tampoco creo que me hayas visto con una mujer –dice Julián.
--¡es que no se puede vivir así, solo trabajas... vamos a una disco esta noche... hay que darle un buen gusto al cuerpo¡
--Mira Dani, eres muy guapo pero...
El chico no lo deja seguir:
--no me digas que ya tienes novio porque no te lo voy a creer –dice coqueto.
--No, no tengo a nadie
--entonces tengo el camino libre –dice el chico volviéndolo a abrazar.
--se me está haciendo tarde, si yo no vigilo a mi hermano no come y tampoco quiero que esté solo y la enfermera que lo vigila se tiene que ir...
--no creo que tu hermano sea un bebé... ¡que venga con nosotros... seguro que es lo que necesita... yo puedo llevar a un amigo¡
--no, no... a mi hermano nunca le gustó divertirse. No le gusta salir y menos a sitios a los que debes ir tu...
--pues que aburrido... pues que se quede solo... No te amargues tú porque él sea un amargado...
--Tú no lo entiendes, no puedo dejarlo solo. Ya que me paso todo el día fuera no quiero distraerme para pasar el máximo tiempo posible con él después del trabajo.
--Entonces es cierto eso que se dice en el trabajo que tu hermano está loco?
Muy furioso, Julián le dice:
--¡no te metas con mi hermano¡
Dani le besa la mejilla y dice coqueto:
--no te enfades, yo solo repito lo que se dice por ahí.
--¡la gente siempre habla de más. Los problemas de mi hermano no son cosa de chisme¡
Dani trata de quedar bien con él pero Julián está muy molesto y se acaba yendo solo.

Félix está en un restaurante comiendo con Asdrúbal, a Félix todo le parece un sueño. Asdrúbal le toma de la mano. Félix se estremece. Asrúbal siente su amor y eso lo hace rejuvenecer. Le gusta sentirse deseado por ese joven.
--¿te gusta el sitio?
--si –dice Félix muy nervioso.
Asdrúbal le acaricia la mano. Acerca la silla a Félix hasta quedar a su lado. Nota el nerviosismo de Félix y eso le divierte.
--¿y qué es lo que te gusta más, el sitio o yo?
Él agacha la cabeza con vergüenza, Asdrúbal le acaricia la mano y Félix tiembla.
--eres tan especial, Félix.
Él levanta la vista, Asdrúbal posa sus labios sobre los de Félix y se funden en un tierno beso.